Sperlonga

Sperlonga se reconoce desde lejos, un pueblo medieval blanco como la famosa Ostuni, que brilla como una estrella reflejada en el agua. La ciudad se eleva sobre el mar, y su puesto de avanzada siempre ha sido la Torre Truglia, una torre de vigilancia para defender la costa de los ataques piratas. La ciudad es una sucesión de calles estrechas y subterráneas, y es maravilloso perderse entre los callejones y descubrir de repente una visión del espléndido mar. Fue aquí donde el emperador Tiberio hizo construir su residencia de verano, cuyos restos forman parte ahora del itinerario que ofrece el Museo Arqueológico Nacional y la Villa de Tiberio, donde también se exponen reconstrucciones de grandes grupos de estatuas que evocan el mito de Ulises.