Oriolo Romano

Oriolo Romano nació como una "ciudad ideal": construida ex novo en un territorio despoblado. Cuenta con una moderna planificación urbanística que aún permite que surjan estos ideales de orden y precisión. El corazón de la ciudad es el Palazzo Altieri, una antigua fortaleza que, con su foso y sus murallas, nos cuenta de cuando tenía una función de defensa. Merece la pena visitar el jardín con sus árboles centenarios, el palacio y el Polo Museale del Lazio, que contiene importantes pinturas, estucos y muebles neoclásicos y espléndidos frescos. Alrededor del pueblo se extiende la campiña del Lacio y la mirada se pierde en las suaves alturas de los montes Sabatini. Bosques de hayas, robles y castaños centenarios embellecen el paisaje y, a pocos kilómetros, brilla el lago de Bracciano, una encantadora reserva natural.