Raveo

Raveo, uno de los burgos más reducidos de Carnia, está enclavado en una cuenca verde y soleada que se extiende entre las montañas de los Alpes Cárnicos. Su territorio fue objeto de asentamientos desde la época prerromana, como en los últimos tiempos han traído a la luz las excavaciones arqueológicas en el Monte Sorantri, que han puesto de manifiesto la preexistencia de un poblado celta. Parece que, en sus proximidades, también existió un castillo, pero no se sabe con precisión dónde fue ubicado. Aunque el acontecimiento del terremoto de 1976 comprometió para siempre la fachada original de Raveo, aún quedan edificios dignos de estupor que se pueden admirar paseando por las tranquilas calles del pueblo. Fascinante para los amantes de la naturaleza es la cascada Cladonde, enclavada entre las grietas de la montaña. Al final, el Santuario de la Virgen de Raveo es maravilloso, fue construido en 1619 y se encuentra en medio de la antigua calle hecha con guijarros que conecta el pueblo con Valdie. El Municipio de Raveo se caracteriza por la asistencia de numerosas actividades artesanales y se sabe también de la producción de dulces de galletas típicas: las "Esse" de Raveo.