Estación de esquí de Piancavallo: deportes de nieve con vistas al mar

Entre todos los destinos invernales de la región, la estación de esquí de Piancavallo tiene una característica que la hace única para los amantes de los deportes de nieve: mientras esquiamos o caminamos por sus picos nevados, los días de buen tiempo, podemos gozar de unas increíbles vistas de la llanura friulana a nuestros pies, que se funde con el azul del mar Adriático.

Si somos amantes de las actividades al aire libre, hemos llegado al lugar adecuado: además del esquí alpino y nórdico, podremos iniciarnos en el freestyle, hacer un sinfín de excursiones por la naturaleza mientras disfrutamos del esquí de montaña, la marcha nórdica o las raquetas de nieve, o deslizarnos sobre unos patines en la pista de hielo. Los más atrevidos también podrán experimentar la adrenalina de volar a través de las nubes en un ala delta, lanzándose desde los 1091 metros del monte Castaldia.

La estación de esquí de Piancavallo, que también ha sido sede de competiciones de la Copa de Europa y la Copa del Mundo, ofrece aproximadamente 25 km de pistas para el esquí alpino, siempre esquiables gracias a los sistemas de nieve artificial y aptas para esquiadores de cualquier nivel. Para los esquiadores más expertos, la ruta más interesante de la estación es la pista Salomon, la Nacional, de más de 3 kilómetros y medio. Las pistas que descienden del monte Sauc también son ideales para poner a prueba nuestra técnica. 

Las modernas y funcionales instalaciones comienzan todas a los pies del macizo del Monte Cavallo.

Las pistas cercanas al pueblo, que son claramente las más fáciles, se han diseñado específicamente para principiantes, para los más pequeños y para esquiadores que necesitan recuperar la confianza encima de los esquís. De hecho, están equipadas con varias bandas transportadoras fáciles y muy cerca de la zona de escuelas de esquí, donde suelen dar clases los profesores.

¿Eres un apasionado del esquí de fondo? Pues prepara botas y palos: en Piancavallo encontrarás pistas para practicarlo a 1267 metros de altitud, cerca del polideportivo y la pista de hielo. Encontrarás más de 12 kilómetros de recorrido, una pista iluminada de 1,5 kilómetros con nieve artificial y un anillo de competición de casi 4 kilómetros. 

Pero si lo que prefieres es realizar actividades más alejadas de los circuitos, como el esquí de montaña, desde Piancavallo salen 3 recorridos que no puedes perderte, 2 bastante accesibles hacia la bifurcación de Giais y col Spizzat y un tercero mucho más exigente hacia col Cornier.

Rodeado por un bosque de abetos y completamente expuesto al sol, el Snowboard funk park de Piancavallo es, por su parte, un paraíso para los riders, estructurado en cuatro líneas diferentes, subdivididas por niveles de dificultad, de los rail, bidones y troncos más fáciles, hasta los kickers y boxes para los trucos más exigentes, con un sistema de sonido de 8000 watts para poner banda sonora a las acrobacias más temerarias. 

Para los niños, por otro lado, encontraremos el Nevelandia de Piancavallo, que no debe confundirse con el de Sappada, que también se encuentra cerca: 25 mil metros cuadrados de parque de diversiones, equipado con 3 bandas móviles, una zona para esquiar, una para trineos y bobsleigh, una para snow tubing y una última cercada y reservada para los más pequeños.

Y si todavía no habías llenado tu cupo de deportes de invierno, te animamos a probar un recorrido cargado de adrenalina en la Alpine coaster, el rail bob que discurre junto a la pista de Salomon, o deslizarte sobre unos patines en la pista de hielo. Además, el cercano Palasport ofrece 4 zonas de juego, campos de fútbol reglamentarios, pistas de tenis, bolera y minigolf para disciplinas indoor.

¿Se te ha abierto el apetito?  Para recuperar fuerzas, déjate tentar por las especialidades locales: si no la has probado nunca, prueba la Pitina, el salchichón de sabor intenso a base de carnes ovinas y caprinas y otras carnes de caza, un producto IGP y Slow Food. Disfruta también de la increíble variedad de quesos de malga, canederli, y múltiples especialidades a base de setas, radicchio de nieve o carnes de caza. Y, para terminar, déjate seducir por el rey de los postres: el irresistible tiramisú.