Durante siglos representó el asentamiento más importante y célebre de la Congregación de los Celestinos, además de ser una referencia para la vida cultural, religiosa y civil del territorio. La fundó el monje benedictino Pietro di Angelerio, ermitaño, fundador de la orden de los Celestinos y Papa con el nombre de Celestino V. Fue él quien comenzó su construcción en 1293, ampliando la pequeña iglesia de Santa Maria de la primera mitad del siglo XIII, hasta la construcción de una nueva iglesia dedicada al Espíritu Santo y un monasterio. El aspecto actual de la abadía no conserva casi nada del siglo XIII y lo que hoy se ve es el resultado de una imponente reconstrucción que tuvo lugar tras el terremoto de 1706.
La planta del complejo es rectangular, rodeada de murallas, con patios interiores y un impresionante monasterio anexo, habitado por los monjes hasta 1806, año en que la ley napoleónica llevó a la supresión de las órdenes religiosas. La monumental iglesia del siglo XVIII, de estilo borrominiano, se asoma al patio mayor. En el interior de la iglesia, de cruz griega, se pueden admirar decoraciones de estuco, notables altares de mármol policromado, un órgano de finales del siglo XVII y, sobre todo, los frescos del siglo XV de la capilla Caldora, a la derecha del coro. A la izquierda del altar mayor podrás descender a la pequeña iglesia de Santa Maria, corazón original de la abadía. A la derecha de la iglesia, atravesando el patio del Pozzo, es posible acceder al refectorio con algunas pinturas de fray Joseph Martínez, mientras que una escalera doble de piedra de Morrone conduce al patio de los Nobles, con un pórtico decorado, desde el que se puede admirar el elegante campanario de finales del siglo XVI.
Desde su fundación, el complejo se ha utilizado para diversos usos. Ha sido colegio, hospicio para mendigos y cuartel militar durante el fascismo. Desde 1998 está en posesión del Ministerio de Bienes y Actividades Culturales, que inició su restauración. Desde 2014 es la sede de las delegaciones de la Superintendencia del Patrimonio Histórico, Artístico y Etnoantropológico, la Superintendencia del Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico y la Autoridad del Parque de la Majella.