Resumen
La catedral de San Flaviano es un punto fundamental de la estructura urbanística de la ciudad renacentista de Giulia, reconstruida por el duque Giulio Antonio Acquaviva d'Aragona a partir de 1470-71 y nombrada en su honor.
Se supone que fue diseñada con las innovaciones más modernas, tal vez por obra de Alberto o de Francesco di Giorgio Martini. La colegiata es un ejemplo interesante de la arquitectura del siglo XV de la región medioadriática, realizada entre los años setenta del siglo XV y los años treinta del siglo XVI.
La estructura de la catedral de San Flaviano se caracteriza por un alto tambor octogonal, subrayado por lesenas y ménsulas, rodeada por un tambor más bajo con una cornisa dentada y aberturas. Una cúpula con linternilla, inicialmente revestida de tejas de terracota, sustituidas después con algunas azules esmaltadas, a causa de los daños causados por la Segunda Guerra Mundial, corona la construcción interior.
El interior, antiguamente de estilo barroco, alberga hoy ocho grandes nichos con altares y obras contemporáneas, atribuidas a los escultores Venanzo Crocetti y Francesco Coccia. En la iglesia también se conservan importantes objetos de oro, entre los que destaca la urna con las reliquias del patrón Flaviano, de plata dorada, los retratos de los duques Acquaviva y festones a la antigua, de finales del siglo XV, así como el brazo de san Biagio, del maestro Bartolomeo di Paolo de Téramo, que se remonta al siglo XIV.
