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Torre dell'Orologio

Resumen

Venecia: la Torre dell’orologio y el tiempo “imperfecto”  de los Moros

También llamada Torre dei Mori (de los Moros), debido al color del bronce bruñido por el tiempo de los dos autómatas gigantescos que hacen sonar sus campanadas, la Torre dell’orologio de Venecia es uno de los tres monumentos más emblemáticos de la Piazza San Marco, junto con la basílica y el Palacio Ducal, estampa insustituible de la imagen de Venecia. 

Puerta de entrada a la plaza que representaba el poder secular y espiritual de la Serenissima República de Venecia para quienes llegaban desde su centro neurálgico, la Mercerie, la Torre, con sus complejos engranajes, arquitectura y refinados frisos, es una joya de la ingeniería y belleza que durante más de 5 siglos ha marcado los tiempos, tradiciones e historia de la ciudad de los canales.

 

Los orígenes: el símbolo de un poder en sintonía con los tiempos

Erigida en 1499 a instancias de la Serenissima y atribuida a la obra del arquitecto Mauro Codussi, la torre fue posteriormente embellecida por los hermanos Ranieri, expertos relojeros de Reggio Emilia, con un reloj con un sistema de complejas automatizaciones, uno de los pocos de su tipo en el mundo, para reflejar la idea de un estado veneciano en sintonía con los tiempos. 

Una leyenda, posteriormente desmentida por fuentes históricas, cuenta que el Maggior Consiglio, tras pagar a los relojeros, les hizo sacar los ojos, para que nunca más pudieran crear una obra similar. Por suerte, los hermanos Ranieri sobrevivieron a su creación y, de hecho, se ocuparon de mantener el reloj durante mucho tiempo. 

La Torre fue ampliada en 1506 con la adición de dos elegantes alas laterales; en 1750, tras varias intervenciones de mantenimiento, se cambió definitivamente la máquina del reloj y se construyeron dos alas laterales, a las que se añadieron balaustradas. En 1797, cuando los franceses ocuparon la República de Venecia, la estatua original del dux arrodillado junto al león en la parte superior de la torre fue vandalizada y destruida, como agravio a la ciudad. 

 

Una obra maestra de cuatro pisos

El edificio, que se eleva sobre la entrada a la Piazza San Marco a modo de arco de triunfo, se encuentra idealmente dividido en cuatro pisos: el primero lo ocupa la esfera del reloj; en el segundo hay una hornacina que alberga a una Virgen con el niño, con dos pequeñas puertas a los laterales; en el tercero hay un león alado de San Marcos que, con su pata izquierda, sostiene el Evangelio. Al lado, antes de la dominación francesa, estaba la figura del dux arrodillado. Si alargamos el cuello, también llegamos a ver, en el último piso, en lo alto de la Torre, la terraza, rodeada por una elegante balaustrada de piedra: en medio está la gran campana con los Moros. 

 

Un complejo reloj astronómico, muy avanzado a su tiempo

Quizás superado en popularidad solo por el Big Ben de Londres, el reloj de la Torre es un tesoro de oro y esmalte. 

En el cuadrante sur, el que mira a la plaza, la esfera fija de mármol marca las horas en números romanos, la parte móvil, formada por un círculo más grueso, ilustra los signos del zodiaco y las constelaciones, los meses y los números de los días. 

En un círculo más fino, se encuentra fijada una manecilla en forma de sol con un rayo más largo, encargado de señalar las horas. En el disco interior están representadas la tierra, en el centro, y la luna, que gira sobre su eje indicando sus diferentes fases. El cuadrante actual se ha simplificado en comparación con el original, que mostraba los planetas ordenados según el sistema ptolemaico.

El cuadrante norte, que da a la Mercerie, tiene una estructura similar con círculos concéntricos: el círculo exterior con las horas y el interior en mosaico azul salpicado de estrellas doradas; en el centro, un disco móvil con rayos llameantes marca las horas. 

 

La chirriante procesión de los Reyes Magos

La logia del segundo piso, en la que se representa a la Virgen con el niño, está regulada por un curioso mecanismo de carillón. Cuando se construyó la Torre, las estatuas de madera de los tres Reyes Magos, escoltadas por un ángel con una trompeta, salían y entraban a cada hora por las puertas móviles junto a la Virgen, desfilando delante de ella cada vez. A causa del desgaste, los mecanismos terminaron por  estropearse, y se retiraron y volvieron a colocar en su lugar en 1755. Desde entonces, se arreglaron y volvieron a colocar, pero para verlas en movimiento hay que tener la paciencia de esperar a las fiestas de Reyes y de la Ascensión, ocasión en que vuelve a encenderse el carillón. 

 

El humanísimo reloj de los Moros

A pesar del sobrenombre que le otorgaron los venecianos, i do’ mori (los dos moros), en realidad las dos estatuas móviles en lo alto de la torre representan dos pastores, que dan las horas golpeando la gran campana con un mazo. Son llamados il vecchio (el viejo), el de la barba, e il giovane (el joven). 

A pesar de los rigurosos engranajes que los mueven, los Mori están, como comprobaréis, lejos de ser puntuales, sino que más bien son fieles a una interpretación simbólica del tiempo: el anciano adelanta las horas 2 minutos, aludiendo así al pasado, mientras que la campanada del joven suena dos minutos después, para indicar el futuro por venir. 

 

Un recorrido para descubrir los engranajes y la ciudad desde las alturas

Si te han entrado ganas de visitar la Torre por dentro y observar de cerca sus complejos engranajes -el reloj y las máquinas astronómicas, las estatuas de los Reyes Magos, el tren de los Moros- y poder salir a las terrazas, desde las que se puede disfrutar de espectaculares vistas sobre la Piazza San Marco y de toda la laguna, recuerda que la visita solo se puede realizar con reserva previa y con un guía especializado.

 

Más información
torreorologio.visitmuve.it

Torre dell'Orologio

P.za San Marco, 30124 Venezia VE, Italia

Llamar +3904142730892 Página web
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