El espléndido Ca' Rezzonico, frente al Gran Canal de Venecia, alberga el Museo del Settecento veneziano y mucho más.
Podrás sumergirte en la mentalidad, el gusto y la vida cotidiana de las familias nobles que celebraban su poder mediante el arte.
Entre el suntuoso mobiliario de los salones y los cuartos con valiosísimos objetos de arte aplicado, encontrarás frescos y lienzos de los pintores más grandes de la Serenísima.
Un palacio digno de la familia de un Papa
La magnificencia del palacio se la debemos al arquitecto Baldassarre Longhena (uno de los mayores intérpretes del barroco veneciano, que también diseñó Ca' Pesaro y la iglesia de Santa Maria della Salute) y a la familia que lo adquirió cuando aún estaba en construcción: los Rezzonico.
La familia Rezzonico quiso demostrar que era digna de su recién adquirido título nobiliario con una residencia que tenía pocos rivales en la Venecia de la época. Un palacio monumental digno de su imparable ascenso social culminado en 1758, cuando Carlo Rezzonico, hijo de Giambattista, fue elegido pontífice con el nombre de Clemente XIII.
Una escalera monumental conduce a la planta principal en un gran salón de baile. Para la sala de la Alegoría Nupcial, destinada a un vástago de la familia y su esposa, los Rezzonico encargaron al mejor artista de la época, Giambattista Tiepolo, que retratara a la pareja en el carro de Apolo rodeada de la Fama, el Mérito, la Verdad y las Gracias.
Cada sala del palacio está plagada de obras maestras, como la de retratos al pastel de Rosalba Carriera, artista veneciana apreciada en varias cortes europeas, o las salas del segundo piso, donde se exponen los frescos que Giandomenico Tiepolo, hijo de Giambattista, pintó para su propia villa de Zianigo y que fueron arrancados en 1906 para venderlos en el extranjero. Afortunadamente, en 1935 la ciudad de Venecia los compró y expuso en Ca' Rezzonico.
Son cuadros muy originales que el artista creó para sí mismo, sin tener que satisfacer el gusto de un cliente. Sin duda, el más llamativo es el Nuevo Mundo, con personajes de espaldas al espectador. Es preciosa la habitación de los Pulcinella, con su máscara napolitana burlona de la que el artista apreciaba el sarcasmo de la sabiduría popular.
Los amantes de Venecia se quedarán en la sala dedicada al pintor Pietro Longhi, famoso por su pintura de ambientes, en la que plasmó instantáneas de la vida social y doméstica de su época, como Carlo Goldoni.
Obras maestras de la pintura veneciana
En la segunda planta del palacio se exponen varias obras maestras de la pintura veneciana procedentes de dos importantes colecciones: de Ferruccio Mestrovich y de Egidio Martini.
Mestrovich, exiliado dálmata y estudioso de la pintura véneta, donó cuadros de autores como Cima da Conegliano, Jacopo Tintoretto, Giandomenico Tiepolo, Bonifacio De' Pitati, Francesco Guardi y Alessandro Longhi.
Martini fue un estudioso del arte que, desde los años 40, coleccionó y restauró cuadros de autores conocidos y menos conocidos. Su donación al municipio de Venecia se considera la más importante del siglo XX.
La botica de un farmacéutico veneciano
El paseo por la historia concluye en la tercera planta de Ca' Rezzonico, donde se ha restaurado el mobiliario original de una farmacia situada en el Campo San Stin bajo el nombre de “ai Do San Marchi”.
Todo es auténtico y original: las estanterías de nogal, los albarelos de mayólica de Cozzi y los diversos objetos de cristal de Murano.
Más información
www.carezzonico.visitmuve.it