Ciclismo en el Véneto entre la belleza histórica y artística
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De las ciudades de arte a los pueblos emblemáticos, del mar al lago, de las villas históricas a los montes guardianes de las tradiciones, la región del Véneto es pródiga en rutas turísticas para recorrer en bicicleta, con paradas ineludibles para degustar sus renombrados vinos locales: he aquí cinco imperdibles de fácil recorrido y gran interés. Un precioso escenario por el que pasará el Giro de Italia.
Anillo del Véneto
Una ruta completa de 305 km, variada y fácil, por la región, que empieza y termina en la encantadora ciudad de Venecia, para recorrerla a fondo, entre callejones, puentes, canales y edificios históricos. Desde aquí, la Ciclovia delle Isole (Ruta Ciclista de las Islas), que serpentea entre el mar y la laguna, conduce a la singular Chioggia, y luego vuelve a subir a Padua y a las antiguas termas de Abano y Montegrotto. Otra parada en Vicenza, con su centro histórico Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y en Treviso, capital de la achicoria roja y del prosecco, con los aledaños Asolo (incluido en la lista de los pueblos más bonitos de Italia), y Montebelluna, a los pies del Montello. Regreso a la laguna por la ruta ciclista del río GiraSile.
De Garda a Venecia
Un ruta ciclista que parte de las orillas del Lago de Garda y se abre paso a través de las principales ciudades de la región y sus territorios: Verona, Vicenza, Padua y Venecia, auténticos tesoros de arte, arquitectura e historia que conviene explorar en toda su magnificencia. Partiendo de la ciudad de Garda, que se refleja en el lago, pedalea a lo largo de las orillas de los ríos Adige, Bacchiglione y Brenta, pasa por las tierras de los preciados vinos Bardolino, Valpolicella y Soave, y finalmente, por la ribera del Brenta, llega a la capital. La ruta es apta para todos y tiene 185 kilómetros.
Paisajes de Palladio
El arte y la naturaleza confluyen en esta sencilla ruta ciclista de 30 kilómetros en la zona de Vicenza, que permite descubrir sus bellos paisajes rurales salpicados por las famosas villas palladianas. Desde los elegantes barrios de Vicenza, pedaleando a lo largo de la ribera Berica, nos adentramos en el relajante campo a los pies de las colinas Béricas, que se encuentran una tras otra. Entre todas ellas, merece la pena visitar villa Capra Valmarana, conocida como La Rotonda, desde donde se divisa a lo lejos el Santuario del monte Bérico, así como villa Pojana, Patrimonio de la Unesco. Puedes continuar hasta el lago de Fimon o a través de la campiña que se extiende entre las colinas Berici y las colinas Euganeas, hasta llegar a Vicenza.
Grappa y ajedrez: de Bassano a Marostica
Entre las muchas rutas que componen la ruta ciclista del Brenta, a lo largo de las orillas del río Vicenza y a través de toda la provincia, no puedes saltarte la que discurre entre las ciudades de arte de Marostica y Bassano del Grappa, entre ambientes medievales y lugares de la Gran Guerra. La primera, rodeada de imponente murallas antiguas, es más conocida por la tradicional partida de ajedrez con personajes vivos en la plaza de la ciudad, que se celebra cada dos años el segundo fin de semana de septiembre. La otra cuenta con el famoso puente de los Alpinistas de Palladio, que puedes visitar mientras saboreas un vaso de la famosa «graspa» local. La ruta, plenamente en la naturaleza, es en su mayor parte plana y, por tanto, está al alcance de todos.
Anillo de las colinas Euganeas
Una ruta circular de 63 kilómetros que se puede recorrer fácilmente alrededor de las líneas suaves del Parque Regional de las colinas Euganeas, desde Este hasta Abano Terme. Entre villas históricas situadas en jardines de cuento, castillos, abadías y pueblos antiguos, se descubre Monselice con el santuario jubilar de las Siete Iglesias en la colina de la Rocca, Vo' Vecchio con su ambiente rural de antaño, Este con su castillo del siglo XIV y, en las cercanías, el Museo Geopaleontológico de las colinas Euganeas. También pasamos por los viñedos euganeses donde se producen vinos tintos y el fragante Moscato Fior d'Arancio, hasta llegar a las Termas de Abano y Montegrotto, donde haremos una parada para reponer fuerzas.