Passignano sul Trasimeno: cuna del turismo slow
A unos 66 kilómetros de Perugia, destaca la medieval Rocca di Passignano sul Trasimeno, con su alta torre que domina el lago.
Puedes optar por visitar la zona en bicicleta, a lo largo de la ciclovía que recorre casi toda la cuenca del lago, o a pie, por la ruta circular que lleva a Le Masse.
Encontrarás las imponentes murallas de la ciudad, luego la iglesia de San Rocco y el santuario de la Madonna dell'Oliveto.
El viaje en total relax, según la filosofía del turismo lento, continúa con el descubrimiento de los productos locales. Prueba el vino Colli del Trasimeno D. O. C. y deléitate con el aceite de oliva típico de la zona, elaborado con la Dolce Agogia, una de las aceitunas autóctonas más apreciadas. Perfecto para sazonar la porchetta regina carpa y otros platos a base de pescado.
Tuoro sul Trasimeno: legumbres y buen vino
Teatro histórico de la batalla entre las tropas del cónsul Flaminio, que perdió la vida aquí, y el victorioso ejército cartaginés de Aníbal, Tuoro sul Trasimeno es un característico pueblo de pescadores, donde cada año se recrea el espectacular enfrentamiento a los pies del castillo de Montegualandro.
Otra arquitectura que hay que admirar, antes de sentarse a comer, es el Campo del Sole, en Punta Navaccia, con sus columnas de esculturas creadas por importantes artistas internacionales.
Luego, el placer del paladar. Prueba la alubia de Trasimeno, presidio de turismo lento cultivado desde la antigüedad, una legumbre que va bien con una fresca ensalada de espelta. Pero déjate tentar también por la caldereta en vasija, a base de pescado del lago. Todo ello regado con un Gamay suave y afrutado, un vino de bayas rojas perfecto para este plato.
Si, por el contrario, optas por el marisco, las ensaladas de pescado o los fritos, acompaña estos platos con un Grechetto fresco y seco, una de las variedades de uva blanca de Umbría más antiguas de Italia, conocida incluso por Plinio el Viejo.
Castiglione del Lago: entre los pueblos más bonitos de Italia
La iglesia de Santa Maria Maddalena, la Rocca del Leone y el adyacente palacio Corgna son algunas de las arquitecturas que hacen de Castiglione del Lago uno de los pueblos más bellos de Italia.
El patrimonio artístico, medioambiental y cultural de la pequeña ciudad de origen etrusco, que ha acogido a ilustres huéspedes, desde Leonardo da Vinci hasta Nicolás Maquiavelo, te sorprenderá en cada paso.
En la mesa, te deleitarás con platos a base de pejerrey, lucio o bagre, delicado pescado local. Cómelos mientras saboreas un buen vino. Los vinos D. O. C. de Colli del Trasimeno son de lo más variado.