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Destino turístico
Umbría. Perugia para mayores, pequeños y golosos

En Umbría. Perugia, entre arte y paradas golosas y divertidas

Tipología
car route
Duración
2 días
Número de etapas
6
Dificultad
Fácil

Los viajeros más golosos, y especialmente los amantes del chocolate en todas sus variedades y texturas, tendrán de qué alegrarse y sorprenderse durante una visita a la milenaria Perugia. La ciudad es, de hecho, una meca de la chocolatería desde hace más de un siglo, al menos desde que entre estas calles nació en 1907 una de las marcas de confitería italianas más famosas del mundo, la Perugina.

Varios años más tarde, con la inauguración de Eurochocolate en 1994, una de las ferias mundiales más importantes dedicadas al chocolate y sus infinitos usos, Perugia confirmó aún más su papel en la promoción de este «oro negro» de la pastelería. Cada mes de octubre y desde hace casi treinta años, con motivo de Eurochocolate, decenas de miles de visitantes invaden las plazas, los monumentos y los barrios de Perugia, entre degustaciones, eventos e iniciativas para todas las edades y gustos.

Perugia es además la capital de Umbría, corazón verde de Italia, en el centro de una tierra rica en atractivos paisajísticos, culturales e históricos: la ciudad, como el resto de la región, conserva también testimonios de su prestigioso pasado.

Desde la Antigüedad, la posición estratégica del asentamiento, ubicado en lo alto de una colina en la unión entre el valle de Umbría y el valle del río Tíber, atrajo la atención de varias civilizaciones. Por Perugia pasaron los etruscos y luego los romanos, así como también los ostrogodos y los bizantinos, hasta que, en la época medieval, la ciudad se organizó como municipio autónomo, a la cabeza de buena parte de la actual Umbría.

Tras caer en la tentación de degustar algún que otro dulce como, por ejemplo, el «bacio Perugina», este itinerario incluye algunos de los monumentos más significativos del centro histórico de la ciudad, antes de salir de la misma para visitar la Casa del cioccolato e museo storico Perugina (Casa del chocolate y musseo histórico Perigina). Por último, merece la pena un momento final en la Città della Domenica (Ciudad del domingo), un gran parque de atracciones ideal para familias.

El centro de Perugia: plaza IV Novembre

El centro de Perugia: plaza IV Novembre

Perugia es una ciudad articulada. Lo es gracias a su diseño urbano, en forma de estrella,, ya que los barrios de la ciudad se extienden a lo largo de las crestas de las colinas, siguiendo la dirección de las puertas principales de las antiguas murallas.

Su historia también es articulada. Además de haber sido una importante ciudad de la confederación etrusca (partes de las murallas de la época aún son visibles), Perugia fue uno de los municipios medievales más prósperos del centro de Italia, antes de pasar a depender de los Estados Pontificios, símbolo del poder temporal de los papas de Roma.

Articulada, según muchos de sus habitantes, también es la experiencia de vivir en Perugia, debido a los muchos relieves escarpados en los que se encuentra la ciudad, conectados hoy por ascensores y escaleras mecánicas. Sin embargo, son los propios perusinos quienes admiten que los numerosos atractivos de la ciudad y la innegable belleza que impregna el núcleo más antiguo y la campiña circundante hacen que la vida en Perugia sea especialmente estimulante y animada.

En el centro de todo, desde la fundación de Perugia en la Antigüedad, se encuentra la plaza IV Novembre, sede milenaria del gobierno de la ciudad y del lugar de culto más importante, la catedral de San Lorenzo.

Las aguas de la espléndida Fontana Maggiore, toda de mármol, bronce y relieves, fluyen por el centro de la plaza, dejando un recuerdo imborrable para quienes observan su perfecta armonía de formas y materiales, antes de acceder a los espacios interiores de la Galería Nacional de Umbría, unos pasos más al sur.

Galería Nacional de Umbría

Galería Nacional de Umbría

La Galería Nacional de Umbría conserva la mayor colección de obras realizadas por artistas de Umbría existente en Italia, así como una notable colección de otras zonas de la península.

En 1879, se eligió el palacio dei Priori, sede del gobierno municipal de Perugia desde finales del siglo XIV, para albergar un recorrido museístico dedicado a las obras maestras artísticas de lo que entonces se llamaba Pinacoteca municipal.

Al seguir la exposición, que ocupa dos de las plantas superiores del edificio, se recorren más de siete siglos de historia de la pintura y la escultura, desde el siglo XIII hasta el XX.

Entre las salas del museo, se rinde homenaje a algunos de los nombres más representativos del arte figurativo italiano de todos los tiempos, como Duccio di Buoninsegna, Beato Angelico, Piero della Francesca, Orazio Gentileschi, Piero Dorazio y Alberto Burri, por citar solo algunos de los más famosos.

También resulta particularmente rica la serie de obras realizadas por los dos artistas perusinos más famosos del Renacimiento: Bernardino di Betti, más conocido como Pinturicchio, y Pietro di Cristoforo Vannucci, conocido como Perugino, maestro de Rafael y orgullo de la ciudad, a quien se dedica la calle principal del centro histórico de Perugia, Corso Vannucci.

Rocca Paolina y la ciudad subterránea

Rocca Paolina y la ciudad subterránea

Teniendo en cuenta la ubicación geográfica de Perugia, encaramada en las empinadas colinas de Umbría, no debe haber sido fácil para los arquitectos y albañiles empleados por el papa Pablo III construir lo que, a mediados del siglo XVI, se consideraba una de las estructuras defensivas urbanas más impresionantes e inexpugnables de toda Italia: la Rocca Paolina.

La historia cuenta que, después de derrotar en 1540 una insurrección popular liderada por el clan de los Baglioni, una familia aristocrática histórica e influyente de Perugia, las fuerzas militares del papa Pablo III ocuparon la ciudad, que permanecería en manos del Vaticano hasta la Unificación de Italia.

Como demostración de poder, además de dejar un signo concreto y visible de la nueva dominación, Pablo III ordenó arrasar los palacios y las casas propiedad de los Baglioni, dispuestas en la colina Landone, al sur del centro histórico. Lo hizo para ampliar y reforzar las murallas defensivas de Perugia con una nueva fortaleza gigantesca, que en realidad nunca se utilizó realmente con fines militares.

Hoy en día, la Rocca Paolina ofrece un paseo subterráneo por las entrañas de Perugia: buena parte de los caminos de ronda y de los recorridos internos se cerraron con techos y cubiertas. Recorriendo las salas ciclópeas, desnudas y oscuras, y los pasadizos subterráneos de la Rocca Paolina, conectados por un moderno sistema de escaleras mecánicas, se revela una cara menos conocida de la identidad de Perugia, un lado enterrado bajo tierra, testigo sorprendente e inesperado de episodios del pasado. Nadie queda indiferente ante el «Grande Nero», la imponente escultura cinética de Alberto Burri que se encuentra en el Salone delle Acque (Salón de las Aguas). Antes de llegar al complejo de San Pietro, cuarta etapa de este itinerario, también merece la pena visitar el complejo cisterciense de Santa Giuliana.

Basílica de San Pietro

Basílica de San Pietro

Continuando por la Rocca Paolina a lo largo del Corso Cavour, y alejándonos del núcleo medieval de Perugia, se llega a la puerta de San Pietro, también conocida como la puerta Romana, ya que era un acceso histórico para quienes provenían de la Ciudad Eterna.

Se trata de un arco de acceso a las murallas perusinas refinado y monumental, que toma su nombre de la iglesia de San Pietro, situada unos pasos más al sur, fuera de las murallas de la ciudad.

Un alto y elegante campanario, con forma de cúspide, hace que la basílica de San Pietro sea reconocible desde los diferentes puntos panorámicos que dan a este barrio, situado en una de las puntas estrelladas sobre las que se dibuja el urbanismo de Perugia.

Inmersa en el verde de la campiña de Umbría, a pesar de su proximidad al centro de la ciudad, la iglesia de San Pietro forma parte de un monasterio más amplio en el que varias épocas, con sus respectivos estilos arquitectónicos, han dejado huella de su paso.

En el interior de la basílica, flanqueada por un claustro renacentista, se revelan decenas de cuadros, principalmente del siglo XV y XVI, entre los que destacan, en las paredes de la sacristía, cinco pequeñas pinturas de Perugino que representan a otros tantos santos que formaban parte de un políptico, hoy desmembrado.

Antes de salir, se recomienda observar atentamente la maestría con la que se ha incrustado la madera del coro del siglo XVI, situado detrás del altar mayor. Ahora es el momento de hacer una pausa gastronómica para llegar a la Casa del cioccolato e museo storico Perugina.

Casa del cioccolato e museo storico Perugina

Casa del cioccolato e museo storico Perugina

Entre las naves industriales y los centros comerciales del barrio de San Sisto, en las afueras del sur de la ciudad, se esconde uno de los tesoros turísticos más visitados y apreciados por los sibaritas y los amantes de los dulces, la Casa del cioccolato e museo storico Perugina.

Es precisamente la planta de producción de esta marca, que ha llevado a Perugia y Umbría a las mesas de todo el mundo, la que acoge a los visitantes. Mediante reserva obligatoria, disfrutarás de un recorrido interactivo que pone el énfasis en la experiencia sensorial y de degustación.

Antes de ver desde arriba, y en tiempo real, el proceso de producción de la fábrica de Perugina, la visita al museo profundiza en los orígenes de la empresa y en la idea original del chocolate de uno de sus fundadores, Luisa Spagnoli. A continuación, siguen las imágenes y los vídeos de los anuncios que han conformado la historia de Perugina. Estos se alternan con información sobre las texturas, las elaboraciones y las variedades de cacao utilizadas para crear los «baci» y otros bombones.

El recorrido de la Casa del cioccolato e museo storico Perugina se cierra con una nota dulce, como no podía ser de otra manera en este «El Dorado» del chocolate: por fin, ha llegado el momento de degustar las diferentes creaciones, algunas tradicionales y otras más recientes y creativas.

Città della Domenica

Città della Domenica

Aquí es donde terminan estos dos días en Perugia. En pareja o en familia, con mayores o con pequeños, la Città della Domenica (Ciudad del domingo) es un gran parque de atracciones situado en las laderas de una colina en las afueras del oeste de Perugia que le revela varias sorpresas en cada rincón a cualquiera que decida cruzar su puerta de entrada.

La Città della Domenica es, ante todo, un jardín naturalista que acoge decenas de especies de animales. Algunas de ellas son exóticas y fueron llevadas a Perugia desde países lejanos. Otras son autóctonas de los Apeninos, como muflones y gamos, otras aún en peligro de extinción y, por lo tanto, protegidas en este parque, como el burro de Asinara, originario de Cerdeña.

Además de las atracciones relacionadas con el mundo animal, también destacan las reconstrucciones de mundos fantásticos, que retoman las historias de cuento de hadas de algunos personajes atemporales de la literatura y el cine, como Pinocho, Blancanieves y la Bella Durmiente, o que reproducen entornos míticos y legendarios, como los del Lejano Oeste y la Edad Media.

Un pequeño tren recorre todo el parque. Lo ideal es subir a bordo para disfrutar de unos momentos de relax, entre un juego y otro, o entre un espectáculo y un laboratorio didáctico.

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