El plan detox comienza en Orvieto
Para regenerar el cuerpo y la mente en un fin de semana, saldremos de Orvieto: empieza con una visita a la Catedral, un magnífico ejemplo de arquitectura románico-gótica, que alberga el Sacro Corporale y está decorada con frescos únicos de Luca Signorelli. Continúa con los Palacios papales, imponentes edificios que son testimonio de las grandes personalidades de los Estados Pontificios, como Urbano IV, Martín IV y Bonifacio VIII.
Debes visitar la ciudad subterránea, excavada en las entrañas de la tierra desde hace 2500 años; una visita guiada te mostrará un laberinto de cuevas y pozos considerado uno de los tesoros de la arqueología. Igualmente valiosa es la necrópolis etrusca de Crocifisso del Tufo, que, junto con el yacimiento con los restos del templo etrusco de Belvedere, representa un precioso testimonio de lo que fue la civilización etrusca en Orvieto. Situado justo debajo del acantilado de toba, serpentea entre una exuberante vegetación, salpicado de tumbas en las que aún se pueden leer los nombres de las familias a las que pertenecían. A continuación, una pequeña pausa: ¿qué tal un aperitivo o una degustación en una de las muchas bodegas locales de renombre?
Città della Pieve: respirando arte y belleza
Nuestro programa continúa con una parada en Ciudad de la Pieve, donde sería un sacrilegio no empezar con la visita a la casa de Perugino, nacido en la ciudad, y sus frescos: Virgen y los Santos Juan Evangelista, Juan Bautista, Pedro Mártir y el beato Santiago de Villa, Virgen con el Niño y S. S. Pedro, Pablo, Gervasio y Protasio, Bautismo de Cristo. Después de haberte saciado de belleza con las obras maestras del pintor renacentista, déjate sorprender por la naturaleza y las vistas de los alrededores. Dos paradas obligatorias: en el lago Trasimeno, donde podrás disfrutar de una pausa para comer en uno de los restaurantes locales, y en la isla Maggiore, que te hará retroceder en el tiempo a la arquitectura y las tradiciones de lo que parece ser un pueblo del siglo XV.