Resumen
El patrón de Pistoya es San Jacopo. Sin embargo, la catedral de la ciudad está dedicada a san Zeno, obispo de Verona en el siglo III. La aparente incongruencia parece deberse a un milagro que el obispo Zeno había concedido en la ciudad.
Sea como fuere, tanto Jacopo como Zeno están presentes en la Catedral con sus reliquias: Zeno se encuentra en la última capilla a la derecha, y Jacopo está en la espectacular capilla del Crucifijo con un relicario de principios del siglo XV (obra del taller de Lorenzo Ghiberti) y un altar de orfebrería toscana realizado por diversos artistas entre finales del siglo XIII y mediados del siglo XV. Sin embargo, la iglesia posee muchos otros tesoros: el conjunto arquitectónico en sí, el luneto de Andrea della Robbia de la entrada, el monumento fúnebre del poeta y escritor Cino da Pistoia en la primera capilla a la derecha, el presbiterio con frescos donde se conserva un fino candelabro de bronce del siglo XV, una gran Virgen de Verrocchio en la nave izquierda... y eso no es todo.
Frente a la iglesia merece una visita el baptisterio de San Giovanni in Corte, del siglo XIV. Realizado en estilo gótico pisano con las típicas franjas blancas y verde oscuro, tiene planta octogonal y una pila bautismal aún más antigua tallada en el siglo XIII por un cantero de Como. El nombre del edificio deriva de la iglesia de la época lombarda que lo había precedido en el mismo lugar: Santa Maria in Corte. En el Baptisterio podrás adquirir las entradas para acceder a la Catedral y subir con un guía a la cima de su campanario.
