Alpe de Siusi y Val Gardena: el paraíso para los esquiadores
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Rodeado por los magníficos picos de las Dolomitas, el Alpe de Siusi es un cúmulo de belleza.
Destino perfecto para los que desean unas vacaciones relajadas, gracias a sus suaves pendientes y sus refugios de montaña, es también un paraíso para los esquiadores de fondo y una alegría para los más jóvenes, con el snowpark, los remontes de Val Gardena y el circuito Dolomiti Superski, entre los mayores dominios esquiables de Italia.
Val Gardena: la mayor estación de esquí del Tirol del Sur
Hasta 175 kilómetros de pistas. Val Gardena es la mayor estación de esquí del Tirol del Sur. Forma parte del circuito Dolomiti Superski y es el sitio ideal para todos los esquiadores.
Si te gustan los recorridos con adrenalina, prueba el Saslong, sede anual de la Copa del Mundo de descenso libre: su breve falso llano inicial corta horizontalmente la cresta de la montaña, y luego se convierte en una empinada pendiente.
Prueba también la nieve en la Longia, la pista más larga de las Dolomitas, con 10,5 kilómetros. Las amplias curvas, rodeadas de una zona llena de cascadas de hielo, rocas y bosques de abetos, satisfacen plenamente todas las expectativas.
Una vez en esta zona, el circuito de Sellaronda es imprescindible: un recorrido bastante largo, de unos 26 kilómetros, que toca 4 puertos dolomíticos (Sella, Gardena, Pordoi y Campolongo) y que requiere una buena preparación física. ¿La ventaja? Esquiarás todo el día sin repetir pista, rodeado de un paisaje que es, cuanto menos, impresionante.
Para los más atrevidos, está el Alpe di Siusi Snowpark, el más grande de Trentino, sede oficial de entrenamiento de la selección italiana de freestyle.
Puedes saltar los 70 obstáculos de madera, raíles, kickers y boxes, hacer snowboard y freeski. Todo ello en presencia de Sciliar, la montaña símbolo del Tirol del Sur.
Relajación total con raquetas de nieve, paseos en trineo o carruaje y centros de bienestar
El Alpe di Siusi no solo es divertido, sino que también es la estancia perfecta para los que quieren relajarse y desconectar.
De hecho, no todas las pistas de esquí son de infarto. Hay varios circuitos adecuados para familias y principiantes.
Las suaves pendientes de la meseta se prestan especialmente a la práctica de las raquetas de nieve en una zona entrañable. Sigue los senderos de la zona de Tires al Catinaccio, haz una excursión por el tradicional Val Ciamin o deslízate a los pies de Catinaccio, inmerso en el silencio de la naturaleza. No oirás nada más que el sonido de la nieve bajo tus raquetas.
Si lo que buscas es el romanticismo, puedes viajar en un coche de caballos. Envuelto en una cálida y mullida manta en invierno, protegido por un gorro del sol en verano, atravesarás interminables praderas, pastizales y prados florecidos con buen tiempo, encantadores paisajes nevados cuando el frío aprieta, deslizándote en un trineo.
También están bien organizadas las numerosas instalaciones del spa y del centro de belleza, listas para mimarte con piscinas interiores y exteriores climatizadas, gimnasios, sauna, baño turco, bañera de hidromasaje y mucho más.
Buena comida: cabañas y cocina tradicional ladina
También merece la pena detenerse en los Schwoage, cabañas rústicas de montaña. En estas encantadoras cabañas a gran altitud podrás saborear las delicias de los platos locales.
Una cocina sencilla, elaborada con pocos ingredientes, como en la tradición ladina, pero genuina y rica en sabor.
Entre las diversas especialidades, recomendamos la sopa de cebada, los turtres rellenos de chucrut o espinacas, y las furtaies, dulces fritos en forma de espiral.