Resumen
A los pies de las montañas, en la frontera entre el Piamonte y el Valle de Aosta, se encuentra Carema, una ciudad vinícola que ha construido su identidad turística en torno al néctar que la ha hecho famosa, gracias al espléndido paisaje creado por los viñedos de las terrazas y las exquisiteces del Piamonte, en particular los embutidos y los quesos, que se pueden degustar acompañándolos con una copa de Carema Doc.
La variedad de uva Nebbiolo, con un color rojo suave y delicado, crece en relieves escarpados que alcanzan una altitud de hasta 700 metros, apoyándose en muros de piedra seca y columnas de piedra (los «pilun») y enrollándose alrededor de los típicos y pintorescos emparrados.
Entre un camino de herradura y otro, subiendo y bajando por los viñedos de Carema, se observan paisajes con una belleza singular en un entorno modelado durante siglos por la sabia cultura campesina, que convive armoniosamente con la naturaleza alpina.
10010 Carema TO, Italia
