Esquiar en los Alpes de Cuneo: la Riserva Bianca y Limone Piemonte

Cerca de la frontera francesa, las Langhe y el mar de Liguria, el pueblo de Limone Piemonte se encuentra en el valle de Vermenagna, a 1000 metros.

Habitado desde la época romana, fue una de las primeras localidades de moda en los Alpes.

Actualmente, forma parte del circuito Alpine Pearls: 19 localidades alpinas comprometidas con promover vacaciones sostenibles y opciones de movilidad innovadoras para proteger el medio ambiente.

Por aquí pasa una de las vías históricas de comunicación entre Francia, Piamonte y la costa de Liguria, por donde se transportaba sal. La Antica Via del Sale, hoy ruta ciclista, sigue conectando la montaña con el mar y puede recorrerse en verano.

Finalmente, si quieres saborear su historia, no puedes perderte la cocina local: basada en la cocina blanca de los pastores trashumantes, está compuesta por queso, patatas, nabos, puerros y cereales. No te pierdas la polenta sarracena con nata, puerros y setas secas.

En invierno, se esquía en torno al puerto de Colle di Tenda, que conecta los Alpes Marítimos y los Ligures. Tras un día en la nieve, termina por todo lo alto con el casco antiguo y sus pequeños restaurantes, cabañas cálidas y acogedoras, centros de bienestar, tiendas y locales de ocio nocturno.

Con 80 km de pistas e itinerarios para sumergirse en la majestuosa naturaleza alpina, Riserva Bianca es el lugar ideal para unas vacaciones en la nieve en Piamonte.

Ya en 1937 se instaló aquí el slittone, primer telesilla de la zona. Actualmente, las instalaciones son muy modernas y dan acceso a las 42 pistas del lugar. Muchas están tan cerca del pueblo que puedes ir andando con las botas puestas.

Los amantes de los deportes de invierno encontrarán lo que buscan: descenso, fondo y esquí de travesía, diversión a raudales en paisajes de ensueño. Además, una ruta de esquí nórdico imprescindible en la zona de Panice Sottana: 3 km de dificultad media-fácil, con vistas a las cumbres entre los valles de Roya y Vermenagna.

Quien prefiera el snowboard, no quedará decepcionado: una zona llena de barrancos para freeride y un parque de nieve dedicado en Prato Nevoso. Los más atrevidos pueden probar el snowkite. Con un curso de 6 horas estarás listo para volar. Adrenalina garantizada. Hay escuelas de esquí, campamentos escolares y zonas dedicadas a niños.

¿No te apetece esquiar? Disfruta de una excursión con raquetas de nieve por los hayedos, un paseo en moto de nieve o del patinaje sobre hielo.

Si tienes espíritu aventurero, prueba a escalar cascadas de hielo. El lugar perfecto es la Falesia di Napoleone, en Panice Soprana.

El mejor lugar para disfrutar de un panorama impresionante? Son cuatro: Monte Alpetta, Bric Campanino, Cima Pepino y Cima Pernante.

Desde aquí arriba, como desde un auténtico mirador, hay una vista espectacular. Mirando hacia el sur, se puede ver el mar y Córcega en la distancia. Mirando hacia el norte, los Alpes Marítimos y Cocios con el Monviso y, más allá, el Cervino y el Monte Rosa.

Antes de abandonar el valle, merece la pena visitar dos pueblos cercanos.

En Borgo San Dalmazzo, sube al santuario del Monserrato al atardecer para admirar los picos nevados, que se vuelven rosas con el último sol del día, y la llanura que se ilumina al caer la noche. Ven a Vernante con los niños para descubrir la historia de Pinocho a través de 150 murales en las paredes de las casas.

Si buscas tranquilidad después de un día en las abarrotadas pistas, la Cartuja de Pesio es ideal para disfrutar de la paz de un lugar sagrado, inmerso en el verde de la Reserva del Marguareis.

En la zona, no te pierdas las cascadas de Saut, que con la nieve se vuelven más bonitas que nunca. También puedes visitar las numerosas fortalezas del siglo XIX en las alturas que rodean Limone Piemonte: el Fuerte Alto cerca de Colle di Tenda, los Fuertes Pernante, Giaura y Margherita al oeste de la colina y los Fuertes Taburda y Pepino al este.