Un sueño llamado lago de Como: un recorrido para descubrir 5 villas inolvidables
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Como, Varenna, y Bellagio están llenas de residencias de lujo y merece la pena pasear por este idílico rincón de Lombardía en busca de encantadores jardines, jardines botánicos y obras de arte.
En barco o en ferry. Tanto se alquilas una Vespa como si te subes a una bicicleta, un viaje para descubrir las villas más bonitas del lago de Como es precisamente un encuentro cercano con la belleza, un ejemplo virtuoso de cómo las obras del hombre pueden integrarse perfectamente con la naturaleza del lugar.
Los jardines de Villa Melzi d 'Eril en Bellagio
Francesco Melzi d 'Eril, duque de Lodi y vicepresidente de la Primera República Italiana en la época de Napoleón, fue la mente detrás de estos espectaculares jardines y los vinculó a una villa de Bellagio de estilo neoclásico de principios del siglo XIX.
Los jardines fueron diseñados por el arquitecto Luigi Canonica y el botánico Luigi Villoresi. Los árboles mezclan especies clásicas y exóticas. Hay cedros del Líbano, Ginkgo biloba, y hayas rojas. Y a su alrededor varias esculturas con temas históricos y mitológicos.
El estanque japonés es una verdadera joya con sus nenúfares y plantas acuáticas en un entorno de arces, azaleas y rododendros en flor.
También hay una capilla privada a la orilla del lago. También el santuario de estilo morisco y el invernadero con su museo de recuerdos de la República Napoleónica.
Villa Carlotta en Tremezzina
Lo primero que te encantará será la visión panorámica de Villa Carlotta a orillas del lago de Como. Se encuentra en Tramezzina, en Tremezzo, y combina arte y paisajes con varias colecciones importantes alojadas en un edificio que data del siglo XVII. Entre las salas hay esculturas de Antonio Canova y pinturas de Francesco Hayez.
Descubrir el parque botánico de 70 000 metros cuadrados es una delicia. En primavera florecen los rododendros y las azaleas. El jardín italiano, con altos arbustos que recrean figuras geométricas y elementos de agua, se alterna con el jardín inglés del periodo romántico.
Villa del Balbianello en Lenno
Desde el Pequeño Mundo Antiguo hasta el Casino Royale, la Villa del Balbianello de Lenno se ve a menudo en el cine. Se alza sobre un jardín con terrazas, entre estatuas, caminos, flores y árboles. Fue encargado por el cardenal Angelo Maria Durini, durante el siglo XVIII, y construido sobre los restos de un convento franciscano, del que todavía se puede ver la fachada de la iglesia.
Un rico patrimonio artístico e histórico recorre sus salas interiores. En la exposición Primitivos se exponen piezas de arte africano, precolombino y cicládico. Cuando el edificio pasó a manos de Luigi Porro Lambertenghi, acogió a varios intelectuales, como Silvio Pellico y Massimo D'Azeglio.
Desde 1998 es patrimonio de la Fai, Fondo para el Medio Ambiente Italiano.
¿Quieres casarte aquí? Aunque muy caro, es también increíblemente romántico.
Villa Olmo en Como
El marqués Odescalchi encargó la construcción de este edificio neoclásico a principios del siglo XVIII, pero no se terminó hasta un siglo después. Durante el siglo XIX tuvo varios propietarios y solo en 1925 pasó a manos del Ayuntamiento de Como para convertirse en un centro cultural y de exposiciones de arte.
El jardín de Villa Olmo, en Como, es uno de los más bellos e importantes de toda la provincia, y la villa se utilizó para algunos de los rodajes de la película Innamorato Pazzo, de Adriano Celentano, además de ser un lugar popular para exposiciones y conferencias.
El panorama cuenta con unos 800 árboles, como castaños de indias, cedros del Líbano, y plataneros. Los invernaderos datan del siglo XIX.
Villa Monastero en Varenna
Hay vistas al brazo oriental del lago de Como y hoy es un importante centro internacional de conferencias, conocido por haber acogido las conferencias de física del Premio Nobel Enrico Fermi en 1954.
Villa Monastero, en Varenna, llama la atención por su estilo ecléctico, pero en realidad tiene una historia centenaria que proviene de un antiguo convento de monjas de la orden del Císter dedicado a la Santísima Virgen, cuyo nombre adopta. El monasterio data del siglo XII, pero en el siglo XVI fue suprimido por el cardenal Carlo Borromeo. Más tarde se convirtió en una residencia patricia.
Hoy en día es una casa-museo que alberga diversos bienes y muebles dejados por los distintos propietarios. Está rodeado de un hermoso jardín botánico, con especies de todo el mundo.
