Tuscania

Bandera naranja del Touring Club Italiano

Desde las murallas medievales de Tuscania se puede disfrutar de uno de los paisajes más bellos de Tuscia, con las suaves colinas y el campo, en gran parte protegido como reserva natural.

El Museo Nacional de la Toscana permite conocer mejor el pasado del territorio, con sarcófagos de toba y ajuares funerarios encontrados en las tumbas de las familias locales más importantes entre los siglos IV y II a. C.

A finales del siglo XIX se solía utilizar los sarcófagos como mobiliario urbano, por lo que no es de extrañar encontrarlos en la céntrica Piazza Basile, donde también se encuentra el ayuntamiento o en algunas iglesias y edificios históricos. También vale la pena ver la Piazza Bastianini, con la gran fuente del siglo XVII, la catedral, las iglesias de Santa María la Mayor y San Pedro.

Entre los platos típicos que se deben probar se encuentran las lombricelli (pasta fresca hecha a mano), las carnes de jabalí, cordero y «abbacchi» y la pizza especial a base de harina de maíz y azúcar, canela y pasas sultanas, llamada «diomeneguardi».