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Enogastronomía

La Italia del vino, una experiencia turística embriagadora

Más de 500 denominaciones DOCG, DOC e IGT caracterizan todas las regiones de Italia, realzando la experiencia turística en sus terruños: 3 excelencias de renombre mundial

2 minutos

Con sus más de 500 denominaciones DOCG, DOC e IGT que caracterizan sus respectivos territorios de origen en cuanto a historia, cultura y economía, Italia sigue siendo la tierra del vino, El Movimento Turismo del Vino promueve el turismo en sus terruños, inmersos en escenarios que identifican productos de excelencia: 3 vinos de renombre mundial.

Toscana: Brunello di Montalcino

Montalcino

La variedad de uva Sangiovese a lo más alto de su pureza para un vino tinto potente y elegante, caracterizado por un gran equilibrio y un final largo y persistente. Renombrado y conocido en todo el mundo, este vino, símbolo de la viticultura toscana, acompaña a la perfección muchos alimentos, pero se conjuga de manera ideal con el queso de oveja Pecorino toscano. Degustarlo en su tierra de origen es también un buen motivo para descubrir el burgo medieval de Montalcino y el irresistible encanto de Siena, en un territorio que encanta por su arte, historia y paisajes.

Campania: Aglianico y Taurasi

 Campania: Aglianico y Taurasi

El sabor del Aglianico, en su expresión más noble se convierte en Taurasi, que domina la verde Irpinia, región histórica del sur de Italia. El príncipe de los tintos del sur destaca por su intenso color rojo rubí y notas olfativas a fruta roja madura, que lo hacen armonioso en el paladar con taninos bien definidos y elegantes. Su historia milenaria acompaña el descubrimiento de la belleza de la zona, salpicada de pueblos y castillos, y sus excelencias gastronómicas, que se degusta también con excelentes blancos como el Fiano di Avellino y el Greco di Tufo.

Cerdeña: Vermentino di Gallura DOCG

Cerdeña: Vermentino di Gallura DOCG

Un vino blanco con un brillante color amarillo pajizo y un bouquet intenso en el que los aromas de la fruta se combinan con toques del matorral mediterráneo. Su sabor es limpio y la brisa marina le confiere sapidez, una característica que lo hace único y reconocible, se combina perfectamente con todos los pescados, como mariscos, crustáceos, sopas y pescados asados, así como con los primeros platos de la cocina de Gallura. Imprescindible para una experiencia en el norte de Cerdeña, caracterizada por los colores del mar y la vegetación en una sucesión de nuragas (edificios megalíticos), dólmenes y castillos. 

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