Oratorio de Santa Maria in Valle

El Oratorio de Santa Maria in Valle es uno de los ejemplos más importantes y bien conservados de arquitectura lombarda. Representa una interesante combinación de motivos puramente lombardos, como los frisos, y una reelaboración de modelos clásicos, creando una continuidad entre el arte clásico, lombardo y carolingio. El conjunto forma parte de la serie «Lombardos en Italia: los lugares del poder», incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en junio de 2011 y que comprende siete lugares llenos de testimonios arquitectónicos, pictóricos y escultóricos del arte lombardo.
Construido a mediados del siglo VIII en el emplazamiento de la gastaldia, es decir, el palacio del gastaldo, este templo estaba destinado principalmente a Astolfo, duque de Friul de 744 a 749 y rey de los lombardos de 749 a 756, y a su esposa Giseltrude. Convertido posteriormente en monasterio, el edificio consta de una sala de planta cuadrada con bóveda de crucería, que se cierra con un presbiterio inferior, dividido por columnas en una arcada de tres tramos con bóvedas de cañón paralelas. El muro oeste, antigua entrada, conserva restos de una preciosa decoración de estuco y frescos. El luneto de la puerta está decorado con vides entrelazadas con uvas, mientras que en su centro se representa una figura de Cristo entre los arcángeles Miguel y Gabriel. La parte más llamativa es el Friso, en el nivel superior del edificio: seis figuras de santos en relieve de estuco excepcionalmente bien conservadas representan modelos clásicos reinterpretados en clave lombarda. Sus monumentales figuras se distinguen por el mayor sentido del volumen y por su verticalismo, acentuado por la longitud de los pliegues de sus túnicas, que recuerdan a los modelos bizantinos.