Bandera Naranja del Touring Club Italiano
Inmerso en el valle del Savio, en los Apeninos de Toscana-Romaña, a poca distancia de Cesena, el pueblo de Sarsina se encuentra en un territorio bien conservado que alterna zonas forestales y bosques, estanques, montañas y valles solitarios.
La antiquísima historia del pueblo, que se remonta al siglo VI a. C., se cuenta en el Museo Arqueológico Nacional, uno de los más importantes del norte de Italia; también encontramos huellas dentro del centro histórico, donde se pueden admirar hallazgos y monumentos de la época romana, como el Mausoleo di Obulacco, el foro romano, las excavaciones de la via IV novembre y el templo votivo de Cesio Sabino. Mención especial merece la casa de Tito Maccio Plauto, el gran poeta y dramaturgo nacido en Sarsina y al que se dedica cada mes de agosto el Plautus Festival, uno de los más importantes y longevos de Europa, que alterna el drama antiguo y el teatro clásico y acoge a los actores y actrices italianos más importantes. También vale la pena visitar la basílica catedral, que alberga la taumatúrgica «catena» utilizada durante los exorcismos, el Museo de Arte Sacro y el pueblo Castello di Calbano.
Desde el punto de vista naturalista, las joyas son el Sitio de Interés Comunitario SIC Careste, el Parco delle Marmitte dei Giganti y el lago de Quarto, una de las llamadas «zonas húmedas» más interesantes de los Apeninos de Romaña. Los caminantes y excursionistas podrán disfrutar del Cammino di San Vicinio, una ruta circular de casi 350 kilómetros que comienza en Sarsina y atraviesa entornos naturales sugerentes e importantes «lugares del espíritu».
En la mesa destacan la pagnotta pasquale, un dulce típico en forma de cúpula que se celebra en la feria del mismo nombre desde hace más de treinta años los dos domingos anteriores a la Pascua, los «insacatti» y los embutidos, con la inevitable «piadina» , los «gussùn», hojaldre con un relleno de calabaza y patatas o de hierbas y el «Bustrengo», otro dulce típico de los días de fiesta o de los domingos.
Entre los eventos, además de los ya mencionados, destacamos también la Fiesta romana (segundo sábado de julio), en la que los vecinos se disfrazan con la ropa de los antiguos romanos y el pueblo se viste de fiesta rememorando el glorioso pasado con citas culturales, artísticas y gastronómicas.