Parma, ciudad de teatro, música y excelente comida
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Caracterizada por numerosos monumentos importantes, ricos museos y famosas iglesias, es un destino que enamora al instante.
Parma, considerada una pequeña París por su aspecto refinado, no es solo una ciudad de cultura, teatro y música, sino también una Ciudad Creativa de la UNESCO para la gastronomía en Italia y capital del Food Valley, origen de productos de excelencia italianos en todo el mundo: el jamón de Parma y el Parmigiano Reggiano, por nombrar algunos.
Este lugar mágico, segunda ciudad de Emilia-Romaña por población después de Bolonia, es la parada ideal para enamorarse de su historia, sus bellezas artísticas, culturales y sus sabores, envidiados en todo el mundo.
Historia y curiosidades de Parma
La historia de Parma se remonta al Paleolítico Inferior, con evidencias posteriores en la Edad de Bronce. Fundada en el 183 a. C. por los romanos, Parma fue un referente para la llanura circundante gracias a la Vía Emilia, que desarrolló la ganadería ovina y la agricultura.
Conquistada por los longobardos, se convirtió en sede de un ducado y vio nacer el tramo parmesano de la Vía Francígena, que hizo florecer castillos y hospicios para acoger a los numerosos peregrinos y caminantes. Los obispos obtuvieron un poder temporal, pero Parma intervino en el conflicto de investidura con dos antipapas, Honorio II y Clemente III.
Tras la derrota del emperador Federico II, fue conquistada por los Visconti y los Sforza, que la administraron con ayuda de grandes familias nobles, aunque terminaría en manos de los franceses y la Iglesia. El Papa Pablo III intentó crear un estado colchón entre el poder español en Lombardía y el estado de la Iglesia, asignando el Ducado de Parma y Piacenza a su hijo Pier Luigi Farnese, seguido por su segundo hijo Ottavio Farnese. Los Farnesio hicieron de Parma una gran capital, rica en arte y monumentos maravillosos.
El Ducado perteneció varias veces a los Borbones y Felipe I fundó la dinastía de Borbón-Parma, convirtiendo la ciudad en un centro cultural en Europa. Ejemplo de ello es la Biblioteca Palatina, encargada por los duques Felipe y Fernando de Borbón.
El Congreso de Viena asignó el Ducado a María Luigia de Austria, segunda esposa de Napoleón Bonaparte. Esta amada soberana aplicó una política absolutista con ministros extranjeros, protegiendo la ciudad sin proponérselo de los primeros levantamientos de la Unificación. Tras su muerte, el Ducado volvió a los Borbones.
El plebiscito de 1860 decidió la anexión al Piamonte y al Reino de Italia.
Qué ver en Parma: 4 lugares imprescindibles
Respira la atmósfera del antiguo y floreciente ducado y piérdete en su inmenso patrimonio cultural: esto es lo que tienes que ver en Parma para quedar encantado.
- La Parma de los símbolos: la Catedral de Parma tiene que ser la primera parada. Situada en una de las plazas más bellas de Italia, es un maravilloso ejemplo de arquitectura románica lombarda y conserva obras renacentistas de gran valor, como la cúpula pintada al fresco por Correggio. Junto a la catedral se encuentra el Baptisterio de Parma, otro lugar simbólico, revestido completamente de mármol rosa y adornado con pinturas y frescos.
- La Parma del ingenio: El Teatro Farnese de Parma merece visitarse en profundidad. Construido a partir de 1616, es un ejemplo increíble de ingenio: los personajes podían bajarse desde arriba, el escenario era móvil y tenía un sistema de inundación escénica de la cávea.
- La Parma del arte: quien quiera admirar sus obras maestras debe visitar la Galleria Nazionale di Parma. De hecho, alberga obras realizadas desde la Edad Media por grandes nombres del arte: Correggio, Beato Angelico, Leonardo, Cima da Conegliano, Giulio Romano, Van Dyck, Bronzino, Tintoretto, Canaletto, Bellotto y Tiepolo, entre otros.
3 ideas para hacer en Parma
Animada y gaseosa, Parma cuenta con un ambiente joven gracias a sus muchos universitarios. Entonces, ¿qué hacer en Parma para sumergirse en este ambiente?
Quienes busquen música y diversión no pueden perderse el evento de julio Parma Cittadella Musica, con numerosos espectáculos y conciertos en el Parco Ducale.
Los gourmets estarán encantados de realizar uno de los recorridos enogastronómicos de Parma, que les permitirá saborear lo mejor de la tradición. Por último, merece la pena dedicar un día entero al Palacio de Pillotta, el complejo monumental de Ottavio Farnesio que alberga el Museo Arqueológico Nacional, el Teatro Farnesio, la Biblioteca Palatina, la Galería Nacional y el Museo Bodoniano. Un verdadero viaje al arte y la cultura.
Qué comer en Parma: 4 especialidades
Aunque toda Emilia Romagna es conocida por su deliciosa tradición culinaria, Parma se ha convertido en Ciudad Creativa de la Gastronomía de la UNESCO. ¿Qué comer en Parma? Empieza por las 4 especialidades más conocidas... ¡Será solo el principio!
- Primero el Parmigiano Reggiano, el queso más famoso de Italia, con una calidad superior protegida por la denominación D. O. P.; y el jamón de Parma, una delicia de las más envidiadas -y copiadas-, que utiliza sal como único conservante.
- Pasamos al culatello de zibello, una pierna de cerdo embutida en su vejiga, catalogado entre los Presìdi Slow Food de Emilia Romagna.
Los embutidos y los quesos se pueden acompañar de torta fritta, una comida callejera típica: cuadrados de masa fina fritos en manteca de cerdo. Una delicia sin igual.
Lugares inusuales de Parma
En esta ciudad rica y llena de placeres, déjate seducir por los lugares inusuales de Parma que no encontrarás en las guías turísticas.
Comienza con el Museo APE de Parma, un centro de conciertos, exposiciones, representaciones teatrales, conferencias, charlas y presentaciones de libros.
La Antigua Farmacia San Filippo Neri es fascinante y poco visitada: un laboratorio galénico de Parma con su estructura original de 1789, que narra la evolución de la farmacia entre los siglos XVII y XX.
El Jardín Botánico de Parma es una oportunidad para relajarse y sumergirse en la naturaleza: dedicado al conocimiento científico, alberga un numerosas plantas y animales de diferentes especies.