5 excursiones imprescindibles en Bolonia para Erasmus
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Desde luego, el agradable ambiente de la ciudad y la excelente acogida de sus habitantes hacen que la estancia de los estudiantes Erasmus en Bolonia sea un auténtico cuento de hadas. Aprender el idioma es más fácil si disfrutas de los placeres del paladar. Además, los lugares que la rodean también están llenos de encanto: he aquí algunos de ellos.
Las estrellas no están solo en el cielo: el laberinto de Masone
La primera excursión a las afueras de Bolonia es en la provincia de Parma, en Fontanellato. Aquí se encuentra el extraordinario parque cultural con el mayor laberinto de bambú del mundo: el Laberinto del Masone. Incluido desde 2015 en el circuito de los Castillos del Ducado de Parma, Piacenza y Pontremoli, cuenta con una planta en forma de estrella de 7 hectáreas, hecha enteramente de diferentes especies de plantas de bambú. En la plaza central de 2000 metros cuadrados, rodeada de amplios salones y pórticos, se puede asistir a conciertos, exposiciones y actos culturales, así como acercarte a la capilla piramidal.
¿Fuera? Solo tienes que poner un pie en una de las trattorias de los alrededores para comer la mejor torta fritta con charcutería de tu vida. Ver para creer.
La sugestión reina en el cementerio de San Cataldo
Otra original excursión fuera de la ciudad en Emilia Romagna es la del cementerio de San Cataldo, en Módena. Diseñado por Aldo Rossi, este espacio surrealista tiene como puerta de entrada una especie de pasillo que parece estar cortado en la pared circundante.
El complejo está rodeado de vegetación y se abre hacia el campo. Aquí se encuentra el gran cubo del osario, que contiene el santuario de los caídos en las guerras mundiales, un volumen al aire libre de color ladrillo, que tiene como contrapartida visual la torre cónica de la fosa común y está lleno de agujeros cuadrados y regulares. Se trata de cortes en la pared sin ventanas, porque las casas de los muertos, en arquitectura, están inacabadas y abandonadas.
Una vez en Módena, no puedes dejar de pasar por la Osteria Francescana, el oráculo délfico de la cocina estrellada italiana.
Sumérgete en la naturaleza en el Parque Regional de los lagos de Suviana y Brasimone
Una excursión de un día que no puede faltar es al Parque Regional de los lagos de Suviana y Brasimone, un área protegida que se extiende en el corazón de la montaña boloñesa.
El aire puro de los bosques de robles y hayas es el telón de fondo de los paseos por los vastos claros que antaño se dejaban para el pastoreo, y sin duda podrá admirar los arbustos y las plantas de los acantilados, pero sobre todo visitar el maravilloso Museo del Bosque. Situado en medio de densos castañares, recupera el espacio de antiguas construcciones rurales (un establo, un granero y un secadero de castañas) y ofrece una muestra botánica, vegetativa y silvícola de las principales zonas forestales de la zona.
Son muchos los itinerarios a lo largo de la cresta formada por el monte Calvi y el monte Stagno, que separa los valles de los arroyos Brasimone y Limentra di Treppio, donde se pueden vislumbrar ciervos y palomas torcaces.
Una inmersión total en la naturaleza: ¡el almuerzo para llevar es imprescindible!
No solo hay anguilas en los valles de Comacchio
Tampoco debes perderte el paisaje de los valles del Comacchio, entre las provincias de Rávena y Ferrara, al sur del Delta del Po.
La zona, conocida por la pesca de anguilas y las numerosas salinas, es ideal para pasar un día en las afueras de Bolonia. Las cabañas hechas de palos, paja y cañas de pantano, conocidas como «casoni da pesca», atraerán tu atención, pero los flamencos que podrás ver te dejarán sin palabras.
Si decides visitar Comacchio en octubre, puedes encontrar el Festival de la Anguila y degustar ricos platos a base de pescado en el espléndido entorno del agua y los puentes, entre varios espectáculos callejeros.
Otro evento al que merece la pena asistir, sobre todo para los amantes de la avifauna, es la Fiera Internazionale del Birdwatching (Feria Internacional de Observación de Aves), organizada en el parque del Delta del Po. Un itinerario único, entre canales, baches, estanques y cuencas, que dejará su impronta.
La «galería de arte» a cielo abierto de los murales de Dozza
La última idea tentadora para organizar una escapada de un día a Emilia es visitar Dozza.
En el pequeño pueblo de la provincia de Bolonia, famoso sobre todo por sus murales, podrás pasear por callejones medievales, rodeados de casas pintadas, a la sombra de la majestuosa Rocca Sforzesca.
Puedes optar por la ruta panorámica conocida como Passeggiata degli Artisti (Paseo de los Artistas), que te permite admirar el paisaje de colinas desde lo alto, o por el Sentiero del Vino (Ruta del Vino), que atraviesa el campo de Dozza y llega a algunas de las bodegas de la zona. Una excursión interesante en términos de historia, naturaleza y sabor.
