Castelsaraceno
Abrazado a un promontorio, Castelsaraceno es un bonito pueblo de orígenes antiguos (sarracenos, de ahí su nombre) con un millar de casitas de piedra que se arremolinan para luego desembocar en una agradable plazoleta, que vistas desde lo alto forman un corazón. Estamos en el centro de Basilicata, entre el parque nacional del Pollino y el parque nacional de los Apeninos Lucanos Val d\'Agri Lagonegrese. El pueblo es muy conocido porque desde aquí, completamente suspendido en el vacío, parte el puente tibetano más largo del mundo, que conecta los dos parques. Por otra parte, Casteddu, como se denomina en dialecto lucano, es objetivamente un lugar encantador, en el que todos los habitantes se conocen por su nombre y donde hay múltiples posibilidades para realizar actividades al aire libre, en un contacto idílico con la naturaleza. Senderismo, escalada, «mountain bike», paseos o «rafting» a lo largo de los ríos del Pollino: en Castelsaraceno y en los alrededores nunca te aburres, ya seas adulto o niño. No es casualidad que sea una etapa del Sentiero Italia CAI: la SI T04, que durante 15 km lleva de Castelsaraceno a Latronico pasando por hayedos y pastos, mientras que la etapa SI T05 conduce al refugio de Conserva. Los escaladores, por otro lado, pueden trepar por los acantilados en los márgenes del bosque Favino, cuyos hayedos también ofrecen bellísimas caminatas.
Más allá de las actividades al aire libre, el pueblo ofrece la oportunidad de ver el Museo della Pastorizia (Museo del Pastoreo), que narra el conocimiento de generaciones de pastores gracias a la exposición de objetos tradicionales, como un skavurateddu (molde para requesón), vídeos de entrevistas y una sala multisensorial.
Tras unos 25 km de carretera se puede llegar a Latronico, famoso por sus aguas termales y sus canteras de alabastro, conocido como el «mármol de Latronico», y situado en las laderas del monte Alpi, desde donde parten varios senderos.
Puente tibetano
Castelsaraceno es un pueblo muy antiguo, pero ha sabido, literalmente, proyectarse en el tiempo, con proyectos decididamente futuristas. Como el puente tibetano más largo del mundo: una obra de ingeniería sin igual que se lanza al vacío con sus 586 metros de longitud para conectar el parque nacional del Pollino con el parque nacional de los Apeninos Lucanos Val d\'Agri Lagonegrese. A pesar de este récord, el puente es transitable por cualquier persona, siempre teniendo en cuenta que se encuentra a 80 metros de altura, que hay que llevar arnés y que las emociones serán fuertes, pero no requiere ser un funambulista o un Indiana Jones de profesión, porque gracias a un sistema de cables de acero está anclado a la montaña y no oscila. Así, puedes concentrarte «tranquilamente» en el paisaje que lo rodea en todas direcciones: la inmensidad de la naturaleza, las praderas, los barrancos y el arroyo que fluye debajo, en el fondo del cañón. Y una vez que llegues al otro lado, para volver deberás tomar un camino que recorre la garganta en dirección opuesta.
San Severino Lucano
Lo llaman el pueblo de las estrellas porque aquí no existe la contaminación lumínica. Y porque cuando todas las luces se apagan y se alza la mirada, se ve brillar la bóveda celeste. Pero también es el pueblo del agua, y de las montañas, y de la naturaleza. Y de las actividades al aire libre. Una sensación de libertad invade a quien sube en dirección sur el valle del torrente Frido, hasta los 877 metros de San Severino Lucano, pueblo pintoresco y puerta de acceso al parque nacional del Pollino. El centro neurálgico del pueblo es la iglesia de Santa Maria degli Angeli, que alberga en los meses de invierno la estatua bizantina de la Madonna del Pollino, mientras que los otros puntos de interés están fuera de la localidad, como el santuario de la Madonna del Pollino, a 16 km de distancia, RB Ride, el tiovivo panorámico situado en un mirador rodeado de bosques, elbosque Magnano, con 1000 hectáreas de árboles surcadas por arroyos en una atmósfera de elfos y ninfas paganas, y finalmente, el parque de aventuras del Pollino.
Parque de aventuras del Pollino
En el bosque Magnano, a solo 5 km de San Severino Lucano, el parque ofrece recorridos en altura, puentes tibetanos y pasarelas colgantes que harán que niños y adultos se sientan como un auténtico Tarzán de Basilicata entre las copas de los árboles. Pero el parque también es un punto de referencia para numerosas actividades al aire libre a ras de suelo, como el ciclismo de montaña, la orientación, la caminata nórdica, el «river trek» o el senderismo. Y para descansar y comer bajo los árboles, hay zonas de pícnic equipadas con mesas y barbacoas.