Montescaglioso, ciudad de monasterios
El punto de partida del itinerario está justo al otro lado de la frontera con la vecina Apulia, en Ginosa, una localidad que domina un barranco excavado por un antiguo curso de agua. Los primeros 7 kilómetros son en su mayoría cuesta abajo, así que relájate y disfruta del paseo. La entrada en Basilicata coincide con la primera subida, que tras unos 5 kilómetros te llevará a Montescaglioso, uno de los centros espirituales de la región: aquí se encuentran cuatro complejos monásticos, hasta el punto de que la localidad se ha ganado el nombre de "ciudad de los monasterios". No te pierdas la abadía de San Michele Arcangelo, una de las más bellas de Italia, con frescos y claustros renacentistas.
El Parque de las iglesias rupestres
Tras dejar Montescaglioso, te encontrarás inmerso en el paisaje salvaje de la Murgia a lo largo del Parco delle Chiese Rupestri, también conocido como el Parco della Murgia Materana. Es una meseta calcárea cubierta de matorral mediterráneo que atestigua una relación muy antigua entre la naturaleza y el hombre. A lo largo de los siglos, la naturaleza ha modelado el paisaje esculpiendo valles, acantilados y cuevas utilizadas por el hombre, que ha vivido allí desde tiempos prehistóricos. Verás cuevas que datan del Paleolítico, antiguos poblados neolíticos y docenas de iglesias rupestres excavadas en la roca durante la Edad Media, pero también utilizadas con el tiempo como refugios para animales.
Matera, la ciudad de las piedras
A Matera se llega subiendo 6 kilómetros de suaves pendientes hasta el corazón de los Sassi, patrimonio de la UNESCO. Los antiguos barrios de Sasso Caveoso y Sasso Barisano se desarrollaron en torno a cuevas naturales excavadas en la roca y modeladas con el tiempo en estructuras cada vez más complejas, creando una arquitectura única e irrepetible que habla de la capacidad del hombre para adaptarse al entorno natural.
El paisaje de Matera es tan extraordinario que a menudo ha atraído la atención del cine. Aquí se rodaron El Evangelio según San Mateo, de Pasolini, La Pasión de Cristo, de Mel Gibson, Wonder Woman, de Patty Jenkins, y Sin tiempo para morir, de la saga 007.
Disfruta del final del viaje degustando las especialidades locales como la Crapiata, una sopa campesina a base de legumbres y cereales, o la Pignata, carne de oveja cocinada durante largo tiempo en cazuela de barro con tomates, cebollas, patatas y soppressata. Si te atreves, prueba el Gnimmeredd, rollitos de despojos de cordero o cabrito con perejil y especias. Y por supuesto acompañalo todo con el famoso pan de Matera I. G. P. elaborado con masa madre y cereales antiguos y su característica forma de cornetto.