Parque natural regional de la Garganta de la Rossa y de Frasassi

Senderismo en el parque regional Garganta de la Rossa y de Frasassi

El parque regional de la Garganta de la Rossa y de Frasassi es un área protegida boscosa de enorme valor, que contiene bellezas histórico-artísticas y una naturaleza espectacular que se extiende a lo largo de más de 10 000 hectáreas. Tiene su sede en Serra San Quirico, pero también tiene otras «casas» en Arcevia y Castelletta di Fabriano, así como en el antiguo molino de San Vittore di Genga, y hay numerosos senderos (los oficiales son 35) de mayor o menor dificultad que se pueden recorrer, algunos incluso son aptos para personas con capacidades motoras o sensoriales reducidas gracias a rampas, mapas táctiles, cuerdas guía y otras ayudas (como en el caso de la vía verde del río Sentino) que permiten vivir el parque en su totalidad. Acompañado por guías expertos, en bicicleta de montaña, a pie y con calzado cómodo (mejor si es de senderismo), armado con una linterna o en canoa (porque los más aventureros también pueden hacer «rafting»), descubrirás ermitas, santuarios y abadías bien conservados, como San Vittore delle Chiuse o Santa Elena, aguas abajo de la garganta de la Rossa, o el santuario de Santa Maria Infra Saxa, excavado en la roca, con el templete de Valadier. Joyas de épocas pasadas inmersas en una naturaleza virgen en la que se pueden observar (y por qué no fotografiar) aves, reptiles, ciervos, corzos, jabalíes, tejones, puercoespines, liebres, lechuzas comunes y águilas que se mueven libremente en su hábitat natural; la vegetación aquí también es notable y se pueden admirar encinas, arces, variedades de pinos y abetos e incluso cipreses. Y qué decir de la fascinación que suscitan las paredes rocosas y calcáreas de las numerosas gargantas, ideales para la escalada, o las cuevas de naturaleza kárstica, como la del Vernino y la majestuosa de Frasassi, probablemente la experiencia más emocionante de todas, un lugar único y encantado, conformado por pasadizos subterráneos que se comunican entre sí, por pequeñas grutas que se alternan con cuevas gigantescas, por pequeños lagos sobre los que se alzan bóvedas altísimas, por estalactitas majestuosas y columnas de roca blanca.