Senigallia

Senigallia es una ciudad en la que el mar y la historia se entrelazan, dejando huellas de sí misma en la arquitectura y las costumbres locales. Su territorio es una suave extensión plana, que acaricia el mar en la costa y sube por suaves colinas en el interior. En su playa, conocida como "di velluto", se encuentra la famosa Rotonda a Mare, construida en el siglo XIX con fines hidroterápicos y que ahora es sede de exposiciones y eventos. El elemento que, más que ningún otro, relata el pasado medieval de la ciudad es la Rocca Roveresca, mandada construir por Giovanni della Rovere, señor de Senigallia, pero el centro histórico es rico en atracciones y, sin duda, merece la pena visitar el Palazzo del Duca, el Palazzetto Baviera, el Portici Ercolani y el Foro Annonario, donde se celebra el mercado de la ciudad y donde se organizan espectáculos y conciertos durante el verano.