Resumen
Enclavado entre los atractivos naturales de la provincia de Macerata y bañado por las aguas cristalinas del arroyo Scarzito, encontramos el pintoresco pueblo de Sefro; es el punto de partida ideal para unas vacaciones al aire libre entre excursiones en bicicleta y paseos por los bosques que rodean el valle Scurosa.
La meseta de Montelago, que se extiende a lo largo de más de cuatro kilómetros cuadrados, representa uno de los entornos kársticos más interesantes de la región de Las Marcas. Caracterizada por dolinas y aguas de manantial, la zona es de gran interés para los espeleólogos, que pueden explorar aquí multitud de cuevas y gargantas, así como para los geólogos. Precisamente el estudio del territorio ha permitido remontarse a los primeros asentamientos prehistóricos que datan del periodo neolítico. A lo largo de los siglos, el valle Scurosa habría sido testigo del paso de varias poblaciones a partir de los fenicios, que habrían dado el nombre de «Sefer» a la zona para indicar la presencia de yacimientos ferrosos.
El sitio histórico más fascinante del pueblo es la Torre Da Varano, el último vestigio del castillo de los señores de Camerino, que encontraron refugio en Sefro tras el saqueo que en 1259 afectó a la cercana Ciudad Ducal. La historia del pueblo, estrechamente ligada a la tradición rural, está bien representada en el Museo de la civilización campesina, que se encuentra en las instalaciones del antiguo castillo. Son muchas las iglesias que salpican esta localidad de Las Marcas, entre ellas la de San Pietro, la de Sant'Albertino y la de los Calcinai, con sus frescos que datan de 1500.
