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Macerata

Resumen

Los eventos que acompañan a su nombre son la historia de los orígenes laboriosos de una ciudad que ahora descansa en tierras dulces y fértiles. Fueron los prófugos de la romana Helvia Rìcina, destruida en el año 408, quienes fundaron Macerata, que pasó a ser municipio en el 1138 y en el 1320 sede episcopal también. Hacia los últimos veinte años del 1500, su nombre traspasa los confines italianos y la ciudad se da a conocer también en el Lejano Oriente, en China. En ese momento, Matteo Ricci, docto padre jesuita de Macerata, dejó Italia para irse a las misiones de Oriente y se convirtió en el primero de la orden en ser admitido en la corte imperial de los Ming. El jesuita influyó mucho en ese país. Cuando murió en Pekín, en 1610, había 300 iglesias cristianas en China. Mientras tanto, su lejana ciudad empezaba a adoptar el aspecto de comedida dignidad y señorío que aún hoy la distingue. El casco antiguo está completamente encerrado en sus murallas de los siglos XV y XVI, que, casi intactas, le confieren el encanto típico de las pequeñas ciudades a escala humana, donde los ritmos de la provincia (con su temporada de ópera y teatro y su animada vida universitaria) resultan tranquilos y agradables, pero en absoluto aburridos.

La elegancia señorial del núcleo histórico se abre a la sorpresa del neoclásico Sferisterio, construido para el juego del «pallone a bracciale» (una especie de antiguo juego del «muretto») y en la actualidad un prestigioso templo de la lírica y de eventos de fama internacional. Caminando podrás admirar palacios e iglesias, manieristas y barrocas, situadas en torno a la Piazza della Libertà. En sus cuatro lados se pueden leer los signos de la aristocracia de la ciudad con el Palazzo del Comune, el Palazzo Apostolico del siglo XVI (que hoy alberga la Prefectura), la Torre Civica con su reloj astronómico, la Loggia dei Mercanti y el Palazzo Ricci con su colección de arte dedicada al siglo XX que cuenta con Medardo Rosso, Balla, Boccioni, De Chirico y Burri, por nombrar solo algunos. Sin salir de la plaza, junto a la iglesia de S. Paolo, se encuentra el arco que anuncia la entrada a la Universidad, una de las más antiguas del mundo: las facultades que se encuentran en Via Don Minzoni desde 1540 forman una ciudad dentro de la ciudad. Siguiendo en via Don Minzoni no te pierdas, en el bello marco del Palazzo Buonaccorsi, encontramos los Museos cívicos con las colecciones de arte antiguo, el de arte moderno y el Museo de la Carroza. Aquí también podrás admirar la espléndida bóveda pintada al fresco de la Sala de la Eneida, y no debes perderte la Adoración de los Reyes Magos de Tintoretto, que antaño adornaba la iglesia de S. Maria delle Vergini de Bramante, con una altísima cúpula octogonal situada fuera de las murallas, a unos 2 kilómetros de Porta Picena. ¿Y qué decir de la gastronomía? Sus productos y sabores están aún por descubrir.

Macerata

62100 Macerata MC, Italia

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