Resumen
Tierra de miel y trufas, Belforte all'Isauro se erige en un espolón rocoso del alto valle del Foglia, en la frontera con la Toscana. Símbolo de su pasado y de sus acontecimientos, sigue siendo el castillo, construido durante la Alta Edad Media sobre un asentamiento lombardo anterior, que durante siglos cumplió una función defensiva para la ciudad. El castillo ha sufrido muchas alteraciones a lo largo del tiempo, pero su aspecto definitivo llegó con el arquitecto Francesco di Giorgio Martini, que lo reconstruyó según los deseos del duque Federico di Montefeltro. Pero la historia del castillo no termina aquí: en 1874, un noble barón prusiano, Hermann De Tenneret-Barón de Beaufort, lo compró convencido de que pertenecía a sus antepasados, y lo donó al municipio de Belforte.
