La Basílica de la Santa Casa es uno de los principales lugares de veneración de María y uno de los santuarios marianos más importantes y visitados de la Iglesia Católica. Esta se encuentra en Loreto, en la plaza de la Virgen, a 127 metros sobre el nivel del mar, al final de la Via Lauretana. Su santuario tiene la dignidad de una basílica pontificia menor.
La basílica alberga la Santa Casa de Nazaret donde, según la tradición, la Virgen María nació, vivió y recibió el anuncio del nacimiento milagroso de Jesús. Los estudios demuestran que el origen de la casa es palestino, tanto por el estilo arquitectónico como por el uso de materiales de construcción, que eran desconocidos en el territorio de las Marcas y, en cambio, muy utilizados en la época en Tierra Santa. Cuenta la tradición que la Santa Casa, tras pasar por Dalmacia, permaneciendo unos tres años en Trsat (actual barrio de la ciudad de Rijeka en Croacia), llegó a Loreto la noche del 9 al 10 de diciembre de 1294.
En 1469, por iniciativa del obispo de Recanati, Nicolò delle Aste, y más tarde del Papa Pablo II, dieron comienzo a los primeros trabajos de construcción de la actual basílica. Junto a la fachada de piedra blanca de Istria, concluida en 1587, se alza el elegante campanario (1750-55), obra de Luigi Vanvitelli. Bajo la cúpula se encuentra el santuario de la Casa Santa, recubierto de mármol con estatuas y relieves, una obra maestra de la escultura del siglo XVI. Los peregrinos procedentes de todo el mundo acuden a su interior cargado de atmósfera para rezar ante la estatua de la Virgen Negra.
La Capilla de la Anunciación fue decorada con frescos de Federico Zuccari, las sacristías de San Marcos y San Juan por Melozzo da Forlì y Luca Signorelli, y el techo y el pabellón de la Sala del Tesoro por Pomarancio. El Museo Pontificio de la Santa Casa de Loreto, situado en el Palacio Apostólico, conserva pinturas, esculturas, tapices y azulejos procedentes del santuario que, a lo largo de los siglos, se han donado a la Santa Casa. En la colección de pinturas destacan las obras de la madurez tardía de Lorenzo Lotto, que murió en Loreto hacia 1556. El Tesoro de la Santa Casa comprende preciosas obras de alta orfebrería.
«La Santa Casa de Loreto es el primer santuario de ámbito internacional dedicado a la Virgen y al auténtico corazón mariano del cristianismo». (Juan Pablo II)