Famoso en todo el mundo por su santuario homónimo, Loreto se encuentra en el centro de la región de Las Marcas, en la provincia de Ancona, esperando ofrecer relax, tradiciones, arte y sabores a los viajeros y peregrinos de paso.
Para ello, cuenta con la belleza propia entre la Riviera del Conero y los Colli dell'Infinito de Leopardi, pasando por un imperdible mar cristalino. Históricamente, Loreto se considera un punto único, pues es una ciudad generada por la presencia de un santuario, el de Nuestra Señora de Loreto, también conocido como la Santa Casa, que se construyó entre 1468 y 1587. Pero la historia del santuario comienza mucho antes, según la tradición, en la noche del 9 al 10 de diciembre de 1294, cuando en la colina donde más tarde se levantaría el edificio religioso, se trasladó la casa que se dice que habitaba la familia de la Virgen María en Nazaret y donde se dice que la Virgen recibió el anuncio del nacimiento de Jesús.
El descubrimiento del pueblo puede comenzar siguiendo las murallas construidas por León X para proteger la «Villa di Santa Maria in Loreto» contra el asalto de los turcos. Al pasear por la Via Sisto V, podemos observar la platería, los objetos religiosos, la cerámica y las creaciones textiles que trazan la antigua tradición artesanal de Loreto junto a los «madonnari» dibujando en el suelo. Luego, al atravesar la Porta del Palazzo Apostolico o la Porta Marina, podemos ir en busca de las fuentes que a lo largo de los siglos han permitido a los peregrinos refrescarse.
La visita continúa con el Belvedere o Piazzale Giovanni Paolo II, donde podemos admirar el Valle del Musone, el Parque della Rimembranza, la Porta Romana y la plaza de la Virgen, donde se encuentran los principales monumentos de la ciudad, así como la iglesia de la Banderuola, lugar donde la tradición dice que se detuvo la Santa Casa de la Virgen antes de llegar al monte Prodo.
Los peregrinos más devotos no pueden perderse el Museo Pontificio Santa Casa, el Pesebre Permanente Benedicto XVI, la Escalera Santa y el Cementerio Polaco. Además, merece una mención especial el Museo Histórico de la Aeronáutica, una colección de cientos de piezas originales desde el nacimiento de la Aeronáutica Real hasta hoy. No es casualidad que la Virgen Negra de Loreto sea la patrona de los aviadores: en Loreto, en la noche entre el 9 y el 10 de diciembre, desde 1617 se celebra la «Venuta», caracterizada por el «focaraccio», es decir, el encendido de fuegos para iluminar el camino a la Virgen cuando volaba desde Palestina a las tierras de las Marcas. Por esta razón se considera la patrona de la Fuerza Aérea Italiana.