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Catedral de San Ciriaco

Resumen

El magnífico panorama que desde la colina del Guasco se extiende sobre el mar y la ciudad bastaría para convencerte de que la subida a la catedral de Ancona merece absolutamente la pena. A esto se añade la tranquila elegancia de la fachada de la catedral, casi a medio camino entre el Adriático y el Oriente, entre el estilo románico y las influencias bizantinas, entre las antiguas trazas griegas encontradas en el subsuelo y los elementos góticos.

Fue realizada en piedra clara del Conero alrededor del siglo XI sobre un templo preexistente dedicado a Venus Euplea (siglo IV a. C.) y sobre el posterior lugar de culto paleocristiano dedicado a san Lorenzo. Unas décadas más tarde, la incorporación de un nuevo edificio daría a la iglesia su actual planta en forma de cruz griega, es decir, con los brazos de las naves de igual longitud. En el siglo XIII, la portada se enriqueció con un pórtico avanzado de mármol de Verona sobre leones estilóforos, tan notable como la cúpula y como el campanario, exento y construido sobre una torre militar de finales del siglo XIII.

El interior está caracterizado por columnas romanas con capiteles bizantinos. Si exploras el interior descubrirás la tumba del beato Ginelli, del siglo XVI, en la pared izquierda del presbiterio, así como un altar del siglo XVIII, obra de Luigi Vanvitelli, en la capilla de la Virgen: la imagen mariana conservada en la capilla es objeto de una devoción especialmente sentida en la ciudad. En la cripta se conservan las urnas dieciochescas de los santos protectores Ciriaco, Liberio y Marcelino. Los relicarios y tesoros de la catedral, así como una pinacoteca, se encuentran en el cercano museo diocesano.

 

Catedral de San Ciriaco

Piazzale del Duomo, 9, 60121 Ancona AN, Italia

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