Reserva Natural de Nazzano Tevere-Farfa
Una presa con sorpresa: de una intervención humana surge un tesoro de biodiversidad
Dos ríos y un lago delimitan un espacio natural espectacular, formado por humedales, juncos y árboles resistentes a las crecidas de los cursos de agua que aquí reinan. Los protagonistas de tal belleza son el río Tíber, el río Farfa y el lago de Nazzano, que juntos crean la Reserva Natural Regional Nazzano Tevere - Farfa, la primera zona protegida que se establece en el Lacio para proteger uno de los humedales más grandes e importantes de la región, especialmente en referencia al lago de Nazzano.
Por qué es especial
Un entorno así constituye un reclamo irresistible para muchos animales, tanto aves, como la garza real, el halcón peregrino, el milano negro y muchos otros, como animales terrestres, como puercoespines, jabalíes y zorros, que se observan con respeto desde las torretas y cabañas instaladas en la reserva, o incluso desde los barcos que surcan el Tíber. Prueba de su valor ecológico y medioambiental es que ha sido declarado Lugar de Interés Comunitario y Zona de Protección Especial.
No hay que perderse
Aquí, la inmersión en la naturaleza es total: los itinerarios naturales permiten adentrarse en el verdor por senderos seguros y aptos incluso para los senderistas menos experimentados, pero, ya que estamos en el reino del agua, no hay que pasar por alto otra experiencia: también se puede explorar la reserva a bordo de una embarcación, que sigue lentamente el curso del río Tíber y permite saborear la belleza natural y paisajística de la zona protegida. Hay dos puntos de desembarco, en Torrita Tiberina y en Nazzano, y también están conectados por tierra por uno de los senderos de la reserva, con una variante más larga que llega hasta Sant'Oreste.
Un poco de historia
Todo comienza con el lago Nazzano. Su historia es bastante reciente. De hecho, nació con la construcción, entre 1953 y 1955, de una presa para la producción de electricidad. Esta obra, construida casi cerca de la confluencia del Tíber y el río Farfa, provocó la inundación de las zonas circundantes, y con ello el nacimiento de un pequeño lago. Así nació un entorno tan rico que fue protegido como Reserva Natural de Nazzano Tevere-Farfa, mencionada incluso en la Convención de Ramsar, firmada en Irán en 1971 para proteger las zonas de importancia fundamental para la biodiversidad, especialmente para las especies de aves.
Curiosidades
El desfiladero de Farfa, un verdadero paraíso para los senderistas y los amantes de la naturaleza, también pertenece a la reserva natural. Su exuberante vegetación y sus aguas cristalinas y heladas son las protagonistas de la naturaleza virgen. El incesante fluir del agua ha formado cañones y recodos a lo largo de los siglos, rodeados de hermosos y fragantes bosques de encinas, carpes y robles.
Credit to: Marco Martinoli