Las calles comerciales: siete itinerarios a medida para fashionistas

Milán es la capital indiscutible de la moda, sede de las principales marcas de moda del país, pero también de la Semana de la Moda de Milán, que cuatro veces al año anima la ciudad y cataliza la atención del mundo en las pasarelas italianas. No faltan, por supuesto, las boutiques, concentradas en el célebre Cuadrilátero de la moda, todo un distrito de la moda, delimitado por Via Montenapoleone, Via Manzoni, Corso Venezia y Via della Spiga. En el interior, se encuentran otras direcciones, como Via del Gesù, Via Sant'Andrea, Via Pisoni, Via Santo Spirito y Via Verri. ¿A qué apostar? Todo depende de lo que te guste y, desde luego, de lo que quieras gastarte. Prada, Armani, Versace y todas las marcas más famosas de la alta costura italiana tienen en estas calles sus estudios, pero no faltan tiendas más accesibles, como las de Via Torino y Vittorio Emanuele o las tiendas (incluso vintage) de las 5 calles. No será difícil divertirse. 

Florencia también es el destino ideal para unas vacaciones de compras. La exclusiva Via Tornabuoni alberga todas las marcas de moda más famosas, desde Gucci a Tod's, por nombrar dos marcas toscanas. En la ciudad, es bonito salirse de los esquemas habituales para vivir de lleno todos los aspectos del saber hacer italiano. Entre las excelencias locales destacan las peleterías, muy arraigadas en el territorio. Bolsos, cinturones y pequeños objetos se fabrican a mano desde hace siglos, cuando el tratamiento del cuero se afianzó en Florencia básicamente por su proximidad al río Arno (pues el agua es indispensable en el proceso de curtido), pero también a las joyerías. En Ponte Vecchio, en el corazón de la ciudad, los orfebres trabajan desde siempre. Un auténtico barrio dedicado al arte de la orfebrería, encargado en el siglo XVI por Ferdinando I de Médici. El Gran Duque quería que en el paseo más famoso de la ciudad solo hubiera sitio para tiendas de cierto decoro, de modo que trasladó las carnicerías y curtidurías a otro lugar. Sin embargo, el arte orfebre en Florencia es mucho más antiguo. Ya Lorenzo de Médici, que vivió cien años antes, coleccionista y amante de los objetos preciosos,
patrocinó muchos talleres de su ciudad. Hoy, en Florencia se da cita a la élite de la moda masculina (y no solo esta) con motivo del Pitti Immagine, una de las ferias más prestigiosas del mundo.

En Roma, las principales calles de la moda están cerca: entre la Plaza de España y la Fontana de Trevi se encuentran Via dei Condotti, Via Frattina y Via del Babuino. La zona de tráfico reducido es perfecta para pasear durante todo el año.
Entre los lugares que no debes perderte están la boutique de Fendi o la de Valentino, que en Roma tienen sus sedes históricas.
En la capital no faltan las sastrerías y los talleres de alta costura. No es casualidad que precisamente aquí, dos veces al año, se den cita los apasionados de la alta cultura para asistir a AltaRoma. Si
llegas en tren, la mejor opción es tomar el metro en dirección a España, mientras que si vienes en coche, déjalo en el aparcamiento subterráneo de Villa Borghese; además, así tendrás la oportunidad de visitar el parque y sus maravillas. 

El sur no es una excepción cuando se trata de ir de compras. En Nápoles, por ejemplo, las compras de lujo son sinónimo de Chiaia, uno de los barrios más elegantes de la ciudad. Alrededor de la plaza de los Mártires hay boutiques y salas de exposición, así como en las cercanas Via Gaetano Filangieri y Via Mille. Además de las marcas de moda, también encontrarás tiendas de alta joyería, como Bvlgari y Damiani y artesanos locales. Una parada obligada. Y si estás en Nápoles, ¿por qué no organizar un viaje a la ciudad de Capri? Además de un bellísimo mar, restaurantes frecuentados por gente VIP, ofrece exquisitas tiendas de artesanía donde, por ejemplo, se pueden confeccionar sandalias a medida.

Yendo un poco más al sur, en Taormina Corso Umberto es la calle de las compras de lujo, si bien muchos otros lugares de Sicilia ofrecen ideas interesantes para las compras típicas. Entre los «souvenirs» más típicos están las cabezas de moro, símbolo de la isla. Fabricadas en cerámica de Caltagirone, tienen una evocadora leyenda a sus espaldas. Según la tradición, una mujer, traicionada por su hombre, decidió decapitarlo. Tras el asesinato, le plantó albahaca en la cabeza y la exhibió en su balcón. Sí, es inverosímil, pero está tan arraigado en el territorio que es imposible visitar la isla sin quedar cautivado por la belleza de estos objetos, que aún hoy se fabrican artesanalmente. También son típicos e irresistibles los dulces sicilianos, desde las pastas de almendra a la fruta martorana. 

Un estilo completamente diferente para los amantes de la montaña. En Cortina, las tiendas más importantes se asoman a Corso Italia, una calle peatonal en el corazón de la ciudad. Corso también alberga la bien surtida Cooperativa di Cortina, con 4000 metros cuadrados distribuidos en seis plantas de venta. Aquí, podrás encontrar de todo, desde ropa hasta artesanía local, pasando por gastronomía.
En cambio, si lo que te apasiona es el mar, mejor apuesta por Cerdeña. En Porto Cervo, en el municipio de Arzachena, las compras son de lujo. Las calles comerciales incluyen Promenade du Port, Marina di Porto Cervo, Piazza del Principe y Waterfront, en el muelle del puerto. Se trata de todo un salón con vistas al mar, diseñado por el arquitecto Gio Pagani, que alberga todas las marcas más famosas. Está abierto solo en verano, cuando llegan los yates de lujo. Solo queda reservar unas vacaciones en la Costa Esmeralda.