Resumen
Especial orgullo de la colección creada por Giuseppe Ricci Oddi en la primera mitad del siglo XX, y donada a la ciudad de Piacenza en 1924, es un «Retrato de una dama» de Gustav Klimt que había desaparecido (tal vez fue robado) a finales del siglo XX, pero que volvió a la galería después de ser encontrado en 2019.
La historia de la obra de Klimt era, desde el principio, compleja, porque según la comunicación oficial de la galería, en 1996 «Claudia Maga, una estudiante de secundaria de Piacenza, al hojear un libro dedicado al artista, observa un retrato de una niña que se consideraba perdido, del que le impresionan algunos elementos por su increíble afinidad con el cuadro Ricci Oddi. Su deseo de saber más desencadenará el proceso que llevará a aclarar la fascinante génesis de la obra, luego confirmada por las investigaciones a las que se someterá el lienzo». El cuadro identificado por la joven estudiosa «representa a una joven idéntica en el rostro y en la pose a la señora de Piacenza, pero con un peinado y una vestimenta muy diferentes. Sobre esta joven vestida a la moda de la "belle époque", Klimt pintará luego el cuadro Ricci Oddi, preservando el fondo y el rostro de la pintura original, pero interviniendo con decisión sobre el resto para llegar a una verdadera transformación del cuadro inicial, que no encuentra parangón en otras obras del autor».
Más allá de la joya de Klimt, además del valor mismo del edificio, expresamente diseñado por el arquitecto Giulio Arata, destacan en la Ricci Oddi obras de los Macchiaioli, un «Retrato de una dama» de Giovanni Boldini, paisajes de Antonio Fontanesi, natural de Reggio Emilia, retratos de Hayez y de Boccioni, y un vibrante «Ecce Puer» de Medardo Rosso, así como pinturas de Casorati, Carrà y De Nittis. En general, estamos ante una panorámica del arte figurativo italiano de los siglos XIX y XX.
