A lo largo de las laderas del Gran Sasso
Entre los picos más altos de los Apeninos y el Adriático, hay un territorio montañoso cubierto de hileras de Montepulciano, zona de origen de la DOCG Colline Teramane Montepulciano d'Abruzzo. Un paisaje amenizado por las ondulantes colinas repletas de abadías, ermitas y pueblos encaramados, como la ciudad medieval de Castellalto, que cuenta con dos centros históricos, para continuar hacia Roseto degli Abruzzi, en la Reserva Natural de Borsacchio, un oasis costero para la protección de la fauna y la flora del litoral de los Abruzos. Para disfrutar plenamente de la riqueza paisajística de este territorio, date un capricho con una copa de vino tinto, el Montepulciano, elaborado a partir de la cepa principal de la región, que desprende complejos aromas de frutos rojos y notas especiadas; tu paladar disfrutará de un trago intenso y aterciopelado.
Pueblo de Controguerra
El itinerario para descubrir los vinos de los Abruzos continúa hacia el norte, hasta la frontera con las Marcas, en el pintoresco pueblo de Controguerra, uno de los territorios más famosos de la viticultura y un destino perfecto para los eventos enogastronómicos. En la DOC Controguerra tinto, el Montepulciano se encuentra con el Merlot y el Cabernet Sauvignon, mientras que en el blanco, el Trebbiano y el Passerina se funden en un «blend». Los suelos arcillosos y la amplitud térmica producida por la presencia del Gran Sasso y los Montes de la Laga dan lugar a vinos blancos afrutados y tintos de gran valor en términos de intensidad y fragancia, perfectos para maridar con platos de caza.
Chieti y los matices del Montepulciano
El recorrido continúa hacia el sur y llega a Tollo, un pequeño municipio de la provincia de Chieti donde la viticultura es una tradición. Aquí se puede encontrar la denominación más joven de los Abruzos, la DOCG Tullum, que se puede degustar en la elegancia del Montepulciano tinto y, para los amantes de los blancos, en una copa de Pecorino o Passerina. Aprovechando la ocasión, no te pierdas la visita al Museo Arqueológico de los Abruzos, donde se encuentra la mayor colección de tesoros antiguos de la región, y al centro histórico de Chieti, que también se puede visitar a pie. Reputada como una de las ciudades más antiguas de la península, fundada según la leyenda por el famoso guerrero Aquiles, Chieti te sorprenderá con sus encantadoras vistas, hasta el punto de ser apodada «la Terraza de los Abruzos». En los alrededores, el Montepulciano vuelve a ser protagonista, pero esta vez en versión rosada en el Cerasuolo d'Abruzzo DOC. Un vino símbolo de la región, capaz de conquistar el paladar con sus delicadas notas florales y su frescura.
La Costa de los Trabocchi
En el interior se encuentra el Parque Natural de Maiella, donde la naturaleza salvaje de los Apeninos arropa a los inconfundibles pueblos incrustados en la roca. Desde las suaves colinas de la costa, llegamos a Ortona, una pequeña ciudad medieval con vistas al mar, desde donde se extiende hacia el sur la Costa dei Trabocchi. Su nombre deriva de los característicos pilotes de madera que han permanecido suspendidos en el tiempo, los «trabocchi». Conservan siglos de tradición marinera y ofrecen la posibilidad de degustar sabrosas recetas de la gastronomía local. Aquí puedes degustar una copa de Trebbiano d'Abruzzo DOC, una variedad ya conocida en la época romana y motivo de orgullo para esta región. Este caldo sorprende por su aroma, más complejo gracias a las notas especiadas en la versión Superior y Reserva.