Diez parques de montaña para descubrir incluso en invierno
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El 11 de diciembre de cada año se celebra el Día Internacional de las Montañas, instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2003. Una ocasión especial para reflexionar sobre la importancia de las «tierras altas», que este año está dedicada a la «restauración de los ecosistemas de montaña», es decir, a la recuperación de todos aquellos entornos de montaña que han sido destruidos o modificados por el hombre. En Italia hay muchos espacios donde puedes homenajear a la montaña: en primer lugar, los numerosos parques y áreas protegidas que custodian la naturaleza más íntegra y valiosa de nuestro país. Te proponemos diez, para descubrir en invierno desde los Alpes hasta los Apeninos y Sicilia.
Parque nacional del Gran Paradiso
Es el parque nacional más antiguo de Italia, que junto con el de los Abruzos, Lacio y Molise acaba de cumplir cien años: un extraordinario universo de biodiversidad a medio camino entre las provincias de Aosta y Turín. En invierno puedes explorarlo sobre todo con raquetas de nieve: hay numerosas excursiones para hacer de forma independiente o en compañía de un guía, tanto en los valles de Aosta (valle de Rhêmes, Valsavarenche, valle de Cogne) como en los piamonteses (partiendo de Ceresole Reale). Si tienes suerte, a la sombra del Gran Paradiso, la única cumbre de cuatro mil metros totalmente italiana, podrás admirar los íbices alpinos y las gamuzas, que a menudo descienden a cotas bajas durante la temporada de frío para encontrar comida y refugio, así como el vuelo del quebrantahuesos, el majestuoso buitre que se reintrodujo con éxito hace unas décadas.
Parque regional de Orobie Bergamasche, Lombardía
El parque regional de Orobie Bergamasche protege 70 000 hectáreas de montañas, bosques y valles, que se extienden en torno a los valles situados al norte de Bérgamo (Val Brembana, Seriana y Val di Scalve). Muchos picos superan los tres mil metros, lo que le da a esta zona, a poca distancia de la llanura (y a la que también se puede llegar rápidamente desde Milán), un aspecto hermoso y casi mágico. Para acercarse a estas montañas son varios los puntos recomendados: por ejemplo, la meseta de la Presolana, donde puedes caminar con raquetas de nieve entre maravillosos bosques de abetos; el refugio Grassi, al que se puede llegar desde Introbio por un camino generalmente bien trazado en la nieve; o el refugio Capanna 2000, entre Val Brembana y Val Seriana, al que puedes llegar sobre la nieve siguiendo un camino bastante transitado.
Parque nacional del Stelvio, Lombardía/Trentino-Alto Adigio
El del Stelvio es un parque enorme, dividido entre Lombardía, la provincia de Trento y la provincia de Bolzano. Glaciares, majestuosos picos, amplios bosques, lagos, valles escarpados: son muchos los panoramas que puedes admirar entre las 130 000 hectáreas incluidas en el área protegida, rica en flora y fauna. Te indicamos dos puntos desde los que puedes salir a explorar: el salvaje y tradicional valle de Ultimo, en el Alto Adigio, donde durante todo el invierno puedes caminar con raquetas de nieve en compañía de un guía alpino (servicio de transporte gratuito desde Santa Valburga); y el valle de Pejo, en el Trentino, donde de noviembre a marzo salen excursiones con raquetas de nieve para descubrir la llanura de Covel, se realizan paseos guiados nocturnos para admirar las estrellas y los planetas y otros en busca de rastros y huellas de los animales del parque (programa Alive, centros de visita de Pejo y Rabbi).
Pale di San Martino, parque regional de Paneveggio y Pale di San Martino, Trentino-Alto Adigio
En la provincia de Trento se encuentra este parque regional ideal para explorar el entorno alpino y dolomítico con toda la familia. Puedes partir, por ejemplo, de Paneveggio, localidad conocida por el bosque de abetos rojos del que se obtiene una preciada madera para construir los mejores instrumentos musicales; recorriendo un breve sendero llegarás a un puente colgante sobre el barranco del torrente Travignolo y podrás continuar con la visita a la zona habitada por ciervos, animal símbolo del parque. También puedes ir al centro de visitantes de Villa Welsperg, donde cada invierno se organizan numerosas actividades para adultos y niños. O bien admirar la «enrosadira» (el fenómeno por el que al atardecer los Dolomitas se tiñen de rosa) sobre las majestuosas Pale di San Martino, en algunos de los rincones más evocadores del parque, como por ejemplo, Val Canali y Val Venegia.
Parque regional de los Prealpes Julianos, Friul-Venecia Julia
Alrededor del Val Resia, en Friul-Venecia Julia, se extiende el parque regional de los Prealpes Julianos: es un territorio áspero, poco poblado, en algunos puntos todavía salvaje, donde los valles son escarpados y los picos puntiagudos, ideal para aquellos que buscan sensaciones fuertes en la naturaleza. En invierno, puedes explorarlo en excursiones con raquetas de nieve: por ejemplo, subiendo a la Malga Coot, a la que se llega desde Stolvizza, en el silencio de los hayedos; o a Sella Carnizza, donde la nieve cubre Stavoli Gnivizza (un pueblo de veraneo utilizado por los habitantes de la aldea de Gniva, que conducían aquí su ganado a los pastos alpinos); o el sendero Natura Valle Musi, con paneles informativos que cuentan la historia y el entorno del valle.
Parque Nacional de Foreste Casentinesi, Monte Falterona y Campigna
Algunos de los bosques mejor conservados de nuestro país: son los del parque nacional de Foreste Casentinesi, una gran área protegida que alberga las montañas situadas entre la Toscana (provincias de Arezzo y Florencia) y Emilia-Romaña (provincia de Forlì-Cesena). En invierno, los hayedos, el árbol típico de los Apeninos, se visten de blanco y ofrecen vistas inolvidables a los que pasean, esquían o caminan con raquetas de nieve entre sus troncos. Para explorar el parque, puedes comenzar en uno de los muchos centros de visitantes que salpican la zona, donde se organizan excursiones y paseos con raquetas de nieve. Algunos siguen los pasos de lobos y ciervos, los animales emblemáticos de la zona. Por ejemplo, en los alrededores de Campigna (Passo della Calla y Fangacci) comienzan unas preciosas excursiones. Los santuarios franciscanos de Camaldoli y La Verna son también excelentes puntos de partida para descubrir la naturaleza del parque.
Parque nacional del Gran Sasso, Abruzos
Campo Imperatore, en el parque nacional del Gran Sasso, en los Abruzos, es uno de los lugares más evocadores de Italia, tanto en verano como en invierno. Se trata de una inmensa meseta rodeada a cada lado por colinas y montañas, en primer lugar la cumbre del Gran Sasso, el pico más alto de los Apeninos: la atmósfera recuerda los espacios y los escenarios americanos y asiáticos, tanto que la meseta a menudo se denomina «Pequeño Tíbet». Incluso en la estación fría, puedes admirarla en todo su encanto tomando el teleférico desde Fonte Cerreto hasta la estación de esquí, donde podrás practicar esquí alpino y de fondo; o haciendo excursiones con raquetas de nieve, partiendo, por ejemplo, del pueblo de Castel del Monte. Hablando de pueblos, Calascio, Rocca Calascio y Santo Stefano di Sessanio también resultan ideales para descansar después de un fantástico día de nieve y sol.
Parque regional de los Montes Simbruinos, Lacio
Incluso a poca distancia de Roma existen zonas salvajes, donde el ser humano siempre ha sido una presencia discreta. Una de ellas está protegida por el parque regional de los Montes Simbruinos, a caballo entre las provincias de Roma y Frosinone, que incluye llanuras kársticas, bosques de hayas y picos desde los que se puede contemplar la capital y el mar Tirreno. Cada invierno, la entidad del parque, junto con las asociaciones de la zona, ofrece excursiones con raquetas de nieve en los pies, de esquí de fondo o incluso con «fatbike»: por ejemplo, puedes recorrer el Sentiero del Lupo (Sendero del Lobo), que parte de Campaegli y serpentea dentro de majestuosos bosques de hayas hasta el refugio Camposecco; o probar el Sentiero del Tarino (Sendero del Tarino), que desde Campo Staffi llega al refugio de Campo Ceraso entre magníficos escenarios. Otra opción es subir hasta la cima del monte Autore, la cuarta cima más alta del parque (1855 m) saliendo desde Livata, en la localidad de Monna dell'Orso.
Parque nacional de la Sila, Calabria
Quienes llegan por primera vez a menudo no pueden creer lo que ven. ¿Cómo puede ser que en medio de Calabria, a poca distancia del mar, haya un paisaje que recuerda a los de Escandinavia o el Trentino? El macizo de la Sila, protegido por un parque nacional, es realmente extraordinario: extensos bosques de coníferas (sobre todo de pino laricio), vastas llanuras, lagos y pequeños pueblos… todos los ingredientes para pasar un fin de semana o unas vacaciones ideales en la naturaleza. En invierno, la capa de nieve suele ser abundante, por lo que hay numerosas estaciones de esquí, esquí de fondo y trineos tirados por perros. Entre los lugares más bonitos para explorar con raquetas de nieve se encuentran el lago de Ariamacina, los senderos de Carlomagno, el lago Arvo y la localidad de Lorica; podrás encontrar numerosas excursiones guiadas organizadas por las asociaciones locales.
Parque regional del Etna, Sicilia
Cuando se piensa en Sicilia, inmediatamente viene a la mente el verano. Sin embargo, la mayor isla italiana también ofrece paisajes impresionantes en invierno: por ejemplo, alrededor del Etna, el volcán más grande de la Europa continental, que durante toda la estación fría está cubierto de nieve. Llegar a la estación del teleférico del Etna, donde a 2000 metros sobre el nivel del mar se encuentra el refugio Sapienza, es una experiencia inolvidable, así como visitar la estación de Piano Provenzana, en la vertiente opuesta: ¡el contraste entre las rocas de lava rojas y negras y el blanco de la nieve hará que saques montones de fotografías! Desde Piano Provenzana (1800 metros) comienza una hermosa excursión con raquetas de nieve, apta también para los niños, que llega hasta los «cráteres de 2002» (2200 metros de altitud), en medio de un paisaje realmente único en Italia.