32 lugares y 18 exposiciones: PhEST Monopoli hechiza con sus fotografías del futuro

Esta es la séptima edición del festival de fotografía contemporánea PhEST: su subtítulo indica perfectamente el concepto que anima este evento, See Beyond the Sea (Ver más allá del mar).

Nos asomamos al mar Adriático que baña Monopoli, para dirigirnos mentalmente hacia otras tierras del Mediterráneo, hasta los Balcanes, Oriente Medio y África: el mar que nos une y contamina, el mar como energía creativa.

El futuro es el tema central de este año, visto también desde una perspectiva relacional. El futuro se alimenta del presente y del pasado, en una interconexión continua. Las 32 exposiciones del programa también abordan el tema del futuro a través de las nuevas tecnologías, desde la realidad aumentada a la robótica, de la inteligencia artificial al reconocimiento facial.

Inclusión y relación, con un toque internacional: los artistas de PhEST llegan de todos los rincones del mundo, de Holanda, Inglaterra, Estados Unidos, India, Turquía y Alemania.

El autor de origen italiano Davide Monteleone presenta Simonocene, una reflexión crítica en forma de fotografías sobre la Nueva Ruta de la Seda, o sea la creación de infraestructuras masivas en África diseñadas por China. En la serie de imágenes firmadas por el estadounidense Russell Brown se relata la prisa del mundo contemporáneo dominado por la tecnología, donde el futuro a veces se convierte en pasado antes de que se haga realidad. Zhang Chuang, un artista chino que también estudió en Italia, expone sus cuadros en el césped cerca de la zona del Skate Park. Y estos son solo unos ejemplos. 

Un viaje a Monopoli para asistir al festival supone a la vez una oportunidad de conocer la ciudad, así como una gran experiencia que pueden disfrutar los amantes del arte. De hecho, algunos de los lugares donde se exponen las obras de arte normalmente suelen estar cerrados al público y sólo por eso merece la pena hacer el viaje.
Uno de ellos es la "Casa Santa", novedad de la pasada edición de PhEST: un convento carmelita del siglo XVI que se alza entre el puerto viejo y la iglesia de Santa Teresa con su fachada de piedra caliza. Un verdadero espectáculo.

Fácilmente quedará confirmado que no hay mejor manera de explorar Monopoli que siguiendo el itinerario de las obras expuestas para Phest.
Muchos artistas exponen en el Palazzo Palmieri, un imponente edificio histórico con fachada a la plaza del mismo nombre, en pleno centro de la ciudad. Otras obras se van sucediendo en el interior de la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo, donde se puede admirar un precioso órgano barroco, y también en la Iglesia de San Salvador.

Paseando por los dos paseos marítimos de Portavecchia y de Santa María se encuentran otras instalaciones, y también están en la antigua muralla de Portavecchia y en Molo Margherita.

El laberinto de calles donde el azul del mar contrasta con el blanco de las casas conduce a otros tres lugares de PhEST: los "salones" del casco antiguo, representados por las plazas Palmieri, Vittorio Emanuele II y Garibaldi. Largo Palmieri es el lugar donde se realizan las proyecciones.

Por último, pero no por ello es lo menos importante, la cocina de Monopoli ofrece más de una satisfacción: desde los taralli (rosquillas) a los panzerotti (empanadillas), de los braciole (rollos de carne) al riso patate e cozze (arroz con patatas y mejillones). Que no caigas en la tentación te va a ser prácticamente imposible.

Con una visión totalmente propia de Puglia, Monopoli se abre al futuro acogiendo a PhEST, un festival fotográfico y artístico capaz de asombrar, hacer reflexionar y emocionar.