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Corbara

Resumen

3 perlas del parque fluvial del Tíber

El pueblo de Corbara, el lago, las gargantas del Forello... ejemplos de innumerables tesoros

Perlas y tesoros, en la reserva natural del parque fluvial del Tíber, hay en abundancia: yacimientos arqueológicos y asentamientos prehistóricos, pueblos y castillos, oasis y pantanos, cuevas y gargantas, bosques frecuentados por gamos, muflones y varios tipos de aves migratorias y sedentarias... Hemos elegido tres solo a modo de muestra.

 

1 - Las gargantas del Forello y la naturaleza salvaje

Constreñidas entre los montes del Peglia y los montes Amerini, en el tramo entre Todi y Orvieto, las aguas del Tíber se abren paso en las estrechas gargantas del Forello: orillas altas y fracturadas que llegan a superar los 200 metros de altura, una densa vegetación, ensenadas kársticas y magníficos complejos de cuevas excavadas a lo largo de los siglos por el agua en la roca calcárea: una verdadera maravilla de la naturaleza.

Las gargantas del Forello son el destino ideal para los amantes de la espeleología. Son visita obligada las cuevas de los Pozzi della Piana, cuyo acceso se encuentra en la Roccaccia, cerca del antiguo pueblo de Titignano, en la orilla derecha del Tíber. Se adentran 2500 metros en las entrañas de la tierra, en un laberinto de túneles, estalactitas y estalagmitas donde se han encontrado restos que datan del Neolítico y de la Edad del Bronce. Igualmente emocionante es la cueva del Vorgozzino: la entrada es un conducto situado en el centro de una dolina, que luego baja por un pozo hasta una profundidad de 123 metros.

El paisaje modelado por las aguas del río es inaccesible y salvaje, primigenio, sin rastros evidentes de la presencia del hombre. Los amantes de la escalada encontrarán un acantilado que cuenta con más de 20 rutas practicables sobre todo en primavera y otoño, así como por las mañanas en verano. Se encuentra en la orilla izquierda del Tíber, antes de llegar al lago de Corbara. No faltan los senderos a lo largo del río o entre los bosques para sumergirse en la naturaleza a un ritmo lento.

 

2 - El lago de Corbara

El lago de Corbara tiene una historia reciente: se formó en 1962 con la construcción de una presa para la producción de energía hidroeléctrica y pronto se convirtió en un paraíso para la pesca deportiva, además de en destino para el turismo activo y natural. En este rincón de Umbría se pueden practicar numerosos deportes: barranquismo, piragüismo, surf de pala, espeleología… Los amantes de la observación de aves también quedarán satisfechos, debido a la presencia de numerosas garzas. Tampoco decepciona a los amantes del relax, gracias a las vistas del lago.

 

3 - Corbara

El lago toma su nombre de Corbara, un pequeño pueblo de poco más de cien habitantes que se encuentra justo al lado de la presa, al sur. El centro histórico es muy sugerente, dominado por el castillo, un complejo medieval fortificado de planta rectangular con patio interior, galería y torre circular, rodeado de robles centenarios. Desde los puntos panorámicos de Corbara, la vista abarca el lago y se posa sobre campos de exuberantes viñedos y fragantes olivos.

A los amigos de Baco les será útil saber que, gracias a la particular naturaleza del suelo y al microclima del lago, los vinos producidos en las colinas ubicadas entre Corbara y la vecina Baschi dieron lugar en 1998 a una denominación específica: Lago di Corbara DOC.

¿Hay algo más? Hay mucho más. ¡No te pierdas el placer de descubrirlo todo!

Credit to: Andrea Arbia

Corbara

05018 Corbara TR, Italia

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