Resumen
Chispas de fuego que se elevan hacia el oscuro cielo nocturno, un calor cegador que calienta los rostros entumecidos por el frío: es Nochebuena, la noche de las antorchas de Abbadia San Salvatore.
Una antigua tradición, la renovación de liturgias ancestrales arraigadas en el corazón de cada habitante, esto es lo que se vive cada 24 de diciembre en este antiguo pueblo de la provincia de Siena.
En cada parte del pequeño pueblo medieval se construyen piras de madera de hasta siete metros de altura, preparadas con técnicas especiales que aquí se han transmitido de generación en generación. La madera se prepara ya en otoño con un minucioso trabajo que une a jóvenes y mayores.
A las 18 horas, bajo la atenta y silenciosa mirada de cientos de personas, comienza la ceremonia principal de encendido de antorchas frente al ayuntamiento y la bendición del fuego, que marca el inicio de la fiesta. El sonido de los villancicos acompaña a los líderes de las antorchas que, con sus llamas encendidas, portan el fuego que encenderá las decenas de otras antorchas repartidas por el centro histórico y el resto de la ciudad del monte Amiata. Un espectáculo único, lleno de magnetismo y sugestión,
Una de las fiestas del fuego más antiguas de Italia, que nos invita a vivir, con corazón sincero y sentimientos de comunión, la eterna lucha entre la luz y las tinieblas y a reflexionar y acoger el misterio de la Navidad.
