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Necrópolis de Grotticelle

Resumen

La tumba de Arquímedes

Enteramente excavada en la roca de la Latomia de Santa Venera, en la zona rocosa al norte del Parque Arqueológico de Neápolis, la necrópolis de Grotticelle es una verdadera "ciudad de los muertos", un importante testimonio de la historia antigua de Siracusa.

Las primeras sepulturas remontan a la Edad de Bronce, pero fue con los griegos, durante el siglo III a. C., cuando la necrópolis alcanzó su máximo esplendor. Tras un periodo de abandono, volvió a utilizarse en el siglo I a. C., cuando los romanos lo utilizaron como columbario con dos gradas de nichos para urnas cinerarias.

Lo que despierta el interés de los visitantes es, sobre todo, la tumba de Arquímedes. En realidad, no se trata de la tumba del famoso inventor, sino de un homenaje que el general romano Marcelo quiso rendirle, organizando incluso una ceremonia fúnebre en su honor. Hoy en día, la tumba no se puede visitar por dentro, pero se pueden admirar las columnas exteriores que sostienen el elegante tímpano. Según la tradición, la estructura se completaba con una placa en la que estaba grabado un teorema de Arquímedes, acompañado de la representación de una esfera inscrita en un cilindro.

Necrópolis de Grotticelle

96100 Siracusa SR, Italia

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