Resumen
Todos los años, en Nochebuena, en Oratino, uno de los pueblos más bellos de Italia, se celebra una de las tradiciones más antiguas y conocidas de Molise: la Faglia, una enorme antorcha de caña de unos 13 metros de largo que se lleva desde la entrada del pueblo hasta el campanario de la iglesia, el punto más alto, en el corazón del casco antiguo, para ser izada y encendida con el fin de iluminar el camino espiritual de toda la población.
Los juncos, recogidos unas semanas antes, son montados durante las tardes de diciembre por numerosos voluntarios y tensados con 26/28 círculos de “ornello” de madera flexible para asegurar la retención. El ritual de portar la Faglia, llevada a hombros por unos 50 hombres, tiene lugar a primeras horas de la tarde de Nochebuena, acompañado de música y canciones populares.
Tras llegar con gran esfuerzo y emoción frente al cementerio de la iglesia, los portadores levantan la Faglia en el Campanario, para ser asegurada al propio campanario y a otras paredes laterales con cables de acero.
Al atardecer, la bendición del sacerdote precede al encendido de la antorcha desde lo alto.
Una miríada de chispas ilumina la noche más oscura y larga del año: en la oscuridad, una luz poderosa se abre paso para calentar los corazones y las vidas de los hombres.
La antigua fiesta romana del Dies Natalis Solis Invicti (día del nacimiento del Sol Invicto), vuelve para alegrar nuestros corazones con una nueva esperanza: ¡el nacimiento de un Niño, un nuevo sol, que nunca verá el ocaso!
credits SNAP Studio Creativo di Marco Ramacciato
