Cuarta etapa del Giro de Italia 2023: de Venosa al lago Laceno
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La cuarta etapa del Giro de Italia 2023 comienza en Venosa, un pequeño pero notable municipio de la provincia de Potenza, conocido por ser el lugar de nacimiento del ilustre poeta latino Horacio (siglo I a. C.). El martes 9 de mayo, los corredores competirán en las alturas del monte Vulture, cuyas faldas descienden hacia el valle del Ofanto.
Situada en una meseta entre dos valles, rodeada de una naturaleza exuberante y guardiana de muchos tesoros históricos, artísticos y culturales, Venosa se encuentra entre los pueblos más bellos de Italia.
Los hallazgos arqueológicos atestiguan que estuvo habitada desde la prehistoria. El yacimiento de Notarchirico, con restos fósiles de animales extintos, es el más antiguo de la región. La ciudad se convirtió en colonia romana en el 291 a. C., con el nombre de Venusia, en honor a la diosa del amor. Con la caída del Imperio Romano, fue sometida a numerosas ocupaciones bárbaras. En el 842 d. C. fue saqueada por los sarracenos, que fueron expulsados por Luis II. Después de los carolingios reinaron los suevos y, en el Renacimiento, estuvo bajo el señorío de los Orsini, luego de los angevinos, de los aragoneses, y en el siglo XVIII fue feudo de numerosas familias nobles.
De su rica historia quedan numerosas huellas interesantes, en particular del prestigioso periodo romano. El parque arqueológico conserva los restos monumentales de una instalación termal datada entre los siglos I y III d. C., con una «domus» con un espléndido mosaico bien conservado y los restos de la primera basílica paleocristiana, uno de los monumentos más importantes de la Italia meridional. El complejo de la Santissima Trinità, reconocido en 1897 como monumento nacional, comprende dos construcciones: la iglesia antigua, paleocristiana, restaurada por los lombardos (siglo VI d. C.) y por los normandos (siglo XI d. C.), que conserva la tumba de los Altavilla y de Alberada, esposa repudiada de Roberto Guiscardo, y la iglesia nueva, iniciada a caballo entre los siglos XI y XII d. C., en el periodo normando, consagrada en 1059 por el papa Nicolás II, más tarde ampliada por los monjes benedictinos, aunque nunca llegó a completarse.
En el centro de Venosa se alza imponente el castillo Aragonés, típico ejemplo de fortaleza medieval de planta cuadrada, con las clásicas cuatro torres cilíndricas y puente levadizo, rodeada por un profundo foso. Fue construido en el siglo XV d. C., con materiales del anfiteatro en un lugar ocupado por cisternas romanas, por el duque Pirro del Balzo, cuyo escudo de armas todavía se encuentra en la torre oeste. En los subterráneos del castillo se encuentra el Museo Arqueológico Nacional, donde se conservan, entre otras cosas, losas de piedra con inscripciones en hebreo que datan de entre los siglos IV y IX d. C., las cuales atestiguan una larga estancia de la comunidad judía en la zona. Entre las obras de mayor interés turístico y cultural destacan las catacumbas judías, caracterizadas por una densa red de galerías subterráneas, nichos y sepulturas, fechadas entre los siglos IV y VI d.C., situadas al norte del centro urbano, en la colina de la Maddalena.
Entre los monumentos religiosos, los visitantes entusiastas de los «misterios» no perderán la oportunidad de dejarse seducir por la iglesia del Purgatorio, también llamada de San Filippo Neri, del siglo XVII d. C., que los recibe con un verso del gran poeta Horacio, escrito en la portada: «Pulvis et umbra» (Polvo y sombra).
La cocina local recoge toda la herencia de las antiguas tradiciones de la zona, con recetas que se remontan al año 35 a. C., como la típica de «lagane» y garbanzos, una pasta de trigo duro preparada con legumbres y «peperone crusco». Aquí se produce un vino DOC, considerado como uno de los más apreciados de Italia, el Aglianico del Vulture. Entre los dulces, se deben degustar sin duda los «neri pizzicannelli», de cacao, almendras, canela, café y azúcar, o los «bianchi raffiuoli», con glaseado de huevo y azúcar.
Dejando atrás Basilicata, la carrera rosa continúa en dirección al lago Laceno, en Campania, provincia de Avellino, a más de 1000 metros sobre el nivel del mar, a los pies del monte Cervialto, en una cuenca inmersa en la vegetación de los montes Picentinos, donde se encuentra el lago.
Un oasis de rica vegetación compuesta por hayas, castaños, robles, tilos, pinos, alisos y avellanos, donde viven varios tipos de aves y animales salvajes y los turistas pueden encontrar las más variadas actividades, tanto veraniegas como invernales, en cualquier estación del año, así como una gran variedad de rutas de senderismo. Entre los más sugerentes, el torrente de Tannera, inmerso en el bosque, con sus pequeñas y encantadoras cascadas.
Durante la temporada de invierno, gracias a los remontes, se puede practicar esquí de descenso, esquí de fondo, esquí de travesía y esquí alpino. Una experiencia inolvidable es poder admirar el panorama marítimo desde la cima de la meseta.
Para dar un gusto al paladar, entre las especialidades gastronómicas locales que hay que probar: la trufa negra, las setas «porcini», el queso «pecorino bagnolese» y, en verano, los exquisitos frutos rojos picentinos.
El podio de la etapa
El bacalao del chef Enrico Croatti, del Moebius, para saborear Basilicata y Campania
El bacalao es un alimento común en muchas tradiciones culinarias regionales, que se puede disfrutar en cualquier momento y en cualquier época del año.