Primera etapa del Giro de Italia 2023: de Fossacesia Marina a Ortona
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Se parte de Fossacesia Marina, localidad ubicada frente a las aguas cristalinas del Adriático y enclavada entre las colinas recubiertas de hinojo marino y retama. La senda ciclable se ha construido en la antigua línea ferroviaria, con vistas panorámicas del mar y de las montañas, desde la Costa dei Trabocchi hasta el verde de la Maiella.
En la pequeña bahía del golfo de Venere hay playas de inmaculados guijarros blancos y, más al sur, en algunos tramos cortos, dunas de arena. Su historia es muy antigua. Actualmente, de ella da un importante testimonio el complejo monumental de la Abadía de San Giovanni in Venere, compuesta por una basílica y un convento, ambos del siglo XIII d. C., y ubicada en una colina que domina la costa, en el lugar donde, según la tradición, se encontraba un templo dedicado a Venus. En esta zona, las excavaciones arqueológicas han sacado a la luz una necrópolis itálica que data del siglo V a. C., la primera en descubrirse en el territorio del Bajo Sangro. El primer núcleo del monasterio data, en cambio, del siglo VI d. C., aunque los primeros vestigios documentales son de unos tres siglos después.
La prestigiosa herencia de cultura y tradiciones también se puede apreciar en la excelente cocina local, a base de pescado y que no puede pasarse por alto.
La carrera continúa hacia Ortona, la «joya» del litoral de los Abruzos, un encantador tramo de costa, en la propia provincia de Chieti, donde la historia y la naturaleza se encuentran en perfecta armonía. Fuerte y gentil como el vino que se produce desde tiempos inmemoriales en estos viñedos, el Montepulciano d'Abruzzo, y dulce, como su «niebla». Sus orígenes son muy antiguos, de la época itálica, y se halla en la zona dominada por el majestuoso Castillo Aragonés de base trapezoidal junto al mar. Ortona tuvo un papel destacado en la Edad Media, como atestigua el centro histórico.
En la catedral están custodiadas las reliquias de santo Tomás el Apóstol, trasladadas aquí en el siglo XIII d. C. desde la isla griega de Quíos. Precisamente aquí comienza el Camino de Santo Tomás, un itinerario espiritual y también de interés cultural y naturalista de unos 300 kilómetros que parte de la catedral y atraviesa el corazón de los Abruzos hasta llegar a la Basílica de San Pedro en Roma.
Hay muchos lugares, iglesias y monumentos históricos que visitar. Por ejemplo, el Palacio Farnesio, construido por Margarita de Austria según el proyecto del arquitecto Giacomo della Porta, en el siglo XVI, y que hoy alberga el Museo de Arte Contemporáneo. Una visita obligada es la Passeggiata Orientale, un itinerario panorámico que bordea esta extraordinaria ciudad con vistas al puerto y que conduce al Castillo Aragonés, que ofrece unas vistas impresionantes.
Las playas, para todos los gustos, son de las más bonitas de la costa de los Abruzos: el litoral se extiende por unos 20 kilómetros de arena fina alternada con calas, barrancos rocosos y acantilados, en paisajes espectaculares y vírgenes junto a un mar cristalino, galardonado con la Bandera Azul.
El podio de la etapa
La sopa de garbanzos y castañas del chef Enrico Croatti, del Moebius, para saborear los Abruzos
La sopa de garbanzos y castañas es una receta tradicional campesina, que también se puede degustar en clave contemporánea gracias a sus sencillos ingredientes.