Mudarse a un pueblo de los Abruzos: incentivos fiscales y calidad de vida
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Buena comida y un estilo de vida relajado gracias al espléndido escenario natural: así son los Abruzos. Decidir mudarse aquí después de jubilarse es una muy buena idea. Son varios los incentivos fiscales dedicados a los mayores de 65 años procedentes de un país de la UE que aspiren a trasladar su residencia a uno de los municipios afectados por el terremoto e incluidos en el Decreto de Ayudas.
Pero lo que atrae a los Abruzos a nuevos ciudadanos potenciales es sobre todo la belleza auténtica de la región y sus pueblos. Castel del Monte, Ovindoli, Santo Stefano di Sessanio, Civitella del Tronto son solo algunos de los encantadores pueblos donde descubrir lo mejor de la vida italiana.
Castel del Monte y alrededores: como en una película de Sergio Leone
El aire puro de la montaña renueva el cuerpo y el espíritu aquí en Castel del Monte: un pueblo de los Abruzos a 1350 metros de altitud, en la lista de los pueblos más bellos de Italia. Es una verdadera panacea si vienes cansado de metrópolis llenas de gente y sientes la necesidad de tranquilidad una vez que llegas a la jubilación; o si estás en la edad de plata, a partir de los 65 años, y buscas una segunda vida dedicada al bienestar. Tras el viaje, olvídate de las fatigas y disfruta del paisaje. El pueblo es muy antiguo (los primeros asentamientos se remontan al 324 a. C.) y está extraordinariamente bien conservado, tallado en la piedra viva del cercano Gran Sasso. Se ha trabajado mucho para levantar el lugar después de las heridas del terremoto de 2009, gracias al Decreto de Ayudas del Gobierno, que ha promovido la reconstrucción.
Estás en un pulmón verde, dentro del Parque Nacional del Gran Sasso y Montes de la Laga, marcado por la cordialidad de los habitantes del pequeño pueblo, que son solo 500. Los conocerás uno a uno: serán pródigos en historias y te darán consejos sobre cómo explorar mejor la zona con saludables paseos entre hayedos y pastos. Las dos pequeñas iglesias te acogerán en los momentos de contemplación: la de San Marcos y la de la Virgen del Sufragio. Y si te gustan las películas de Sergio Leone, debes saber que te encuentras precisamente en una de las localizaciones preferidas del genial director para rodarlas. Y no hablamos solo de «spaghetti western», aquí se han rodado Lady Halcón, El americano o El nombre de la rosa.
Cómo llegar a Castel del Monte
Puedes volar hasta el aeropuerto de Pescara y luego utilizar el tren hasta L'Aquila, para continuar finalmente con los autobuses de línea.
En Ovindoli la naturaleza es una aliada del bienestar
Aquí el aire de montaña se revela como un valioso aliado de la salud. Te sentirás como en casa en este pueblo al pie del monte Magnola, donde las murallas dan fe de su antigua historia. Redescubrirás el placer de pedalear sin esfuerzo en recorridos circulares, porque aquí, en el Parque Regional Natural del Sirente-Velino, los valles se abren generosos. Y además podrás esquiar en la temporada de nieve, en pistas de esquí de fondo perfectamente equipadas. Para los amantes del relax, la llanura de Ovindoli es el destino ideal para una partida de petanca o para leer un buen libro inmersos en la naturaleza, o reservar paseos a caballo en una de las muchísimas cuadras que pueblan el altiplano delle Rocche. Y por la noche, un queso de oveja de los pastos alpinos acompañado de un vino tinto local hará que tus veladas sean aún más dulces. El estilo de vida italiano también es esto: sentarse frente a una chimenea y degustar sencillas exquisiteces procedentes de una tradición pastoral nunca olvidada.
Cómo llegar a Ovindoli:
La ruta que sugerimos es volar a Roma, disfrutar de la capital durante unos días, y luego llegar en autobús a Ovindoli en algo menos de dos horas, para comenzar una nueva vida con calma.
El renacer de Santo Stefano di Sessanio: esa es la razón por la que te mudarás aquí
Gracias a las grandes restauraciones que se han llevado a cabo a buen ritmo tras el terremoto de 2009, el símbolo de este pueblo de la provincia de L'Aquila ya ha sido devuelto a sus habitantes: se trata de la torre Medicea, toda una señal de renacimiento. Al mudarte aquí, tendrás el privilegio de participar activamente en la repoblación de un pueblo medieval de gran belleza, con antiguas casas campesinas de piedra y encantadoras callejuelas. Una vez en Santo Stefano di Sessanio, disfrutarás de la tranquilidad del Parque Nacional del Gran Sasso y Montes de la Laga, con paseos por la mañana hasta el horno para comprar mostaza, galletas típicas o pizzas aún calientes. El Parque Nacional ha delimitado senderos aptos para todos, a fin de favorecer la máxima accesibilidad dentro del proyecto Slow Park. Encontrarás sin problemas el que mejor se adapta a ti.
Cómo llegar a Santo Stefano di Sessanio: puedes volar hasta los aeropuertos de Roma o Pescara, el más cercano está a unos 80 km, que se recorren en poco más de una hora con las líneas de tren y autobús.
Civitella del Tronto: pueblo medieval de gran encanto
Civitella del Tronto, otro pueblo del norte de los Abruzos que se vio golpeado por los terremotos que afectaron al centro de Italia el 26 y el 30 de octubre de 2016. Desde entonces, las casas se han rehabilitado según criterios antisísmicos y el pueblo, hoy, ha recuperado su belleza. Su monumento símbolo es la fortaleza del siglo XVI, imponente edificio defensivo que uno no se cansa nunca de visitar, así como los paseos por el centro histórico, que siempre permiten descubrir algún rincón nuevo. Tampoco aburre una parada en el mirador que se abre a la Piazza Pepe, donde la vista abarca el cinturón de montañas que llega hasta la cima del Gran Sasso.
De Campli a Teramo, entre los montes y la costa adriática
Si quieres contemplar un escenario diferente, dirígete a otro pueblo maravilloso, Campli, que está a solo quince minutos de Civitella del Tronto en autobús de línea o en coche de alquiler. Aquí las heridas del terremoto de 2016 también se están curando, y la localidad ha vuelto a la vida, gracias a las obras de recuperación. Las iglesias te fascinarán con sus obras maestras, mientras que alrededor del pueblo se abre un panorama de verde naturaleza.
También puedes visitar la ciudad más cercana, Teramo, que recientemente ha celebrado el final de los trabajos de reconstrucción de su espléndida catedral tras el terremoto. No descartamos que el lugar pueda gustarte hasta el punto de que planees establecerte aquí, en una de las capitales de la región, tal vez después de pasar algún tiempo en los pequeños pueblos vecinos. Moverse por el centro histórico es fácil, e igualmente fácil es iniciar desde aquí excursiones de un día. Tú decides: hacia el cercano mar Adriático, con costas equipadas con todos los servicios para disfrutar de la playa, o bien hacia el Gran Sasso, para tranquilos paseos por senderos aptos para todos. Una parada en una de las muchas casas de campo diseminadas por la zona revelará toda la riqueza de la gastronomía local, como los macarrones «alla chitarra», hechos a mano y sazonados con un excelente ragú, que sin duda satisfarán tu paladar.