Resumen
Localidad de origen umbro, Todi estuvo durante mucho tiempo en contacto con la riquísima civilización etrusca que prosperaba en la orilla derecha del Tíber. Su posición elevada y sus sólidas murallas la protegieron de las invasiones bárbaras y prosperó a pesar de los conflictos de la Alta Edad Media.
Sostuvo continuas luchas contra las ciudades vecinas de Spoleto, Orvieto y Narni hasta pasar a formar parte de los Estados Pontificios y convertirse en un punto importante en el recorrido del corredor bizantino, que durante siglos mantuvo unida la capital con los territorios del Exarcado.
En 1230 Todi vio nacer al poeta religioso más representativo del siglo XIII: Jacopone da Todi.
Poco antes de entrar en el corazón del centro histórico se encuentra la imponente iglesia de Santa Maria della Consolazione, iniciada en 1508 según un proyecto atribuido a Bramante, una de las obras cumbre del Renacimiento en Umbría.
En el corazón de la ciudad puedes admirar la espléndida Piazza del Popolo, a la que se asoman los edificios de los poderes laico y religioso: el palacio del Popolo, uno de los ayuntamientos italianos más antiguos, data de 1214; el palacio del Capitano, por su parte, es de estilo gótico.
La catedral, dedicada a Nuestra Señora de la Anunciación, es del siglo XII, surge al final de una empinada escalinata y presenta en su fachada un espléndido rosetón central.
También es de notable valor artístico el templo de San Fortunato, que data del siglo XIII. Construido según el gusto gótico umbro, conserva en la cripta los restos del fraile-poeta Jacopone da Todi y de los santos protectores de la ciudad: Fortunato, Calixto, Casiano, Digna y Romana.
06059 Todi PG, Italia
