Lazio y su tradición gastronómica popular, un eterno descubrimiento
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Si le preguntamos cuáles son los platos más famosos y los productos típicos más populares y apreciados del Lacio, con la capital de Italia a la cabeza, enseguida dirá sin dudarlo pasta a la carbonara, Cacio e Pepe, bucatini a la amatriciana, gnocchi a la romana, abbacchio, callos y porchetta de Ariccia. ¡Auténticos "gigantes" de la gastronomía popular del Lacio que todo el mundo conoce, a los que podemos añadir la alcachofa romana Igp, el Pecorino Romano DOP y el famoso Est! ¡Est! Est!, el vino blanco de Montefiascone.
A esta vena decididamente salada, vinculada sobre todo al pastoreo de los montes del Lazio, pertenecen otros platos de esencia romana que seguramente conocerá, como los rigatoni con la paiata (intestinos de ternera) y la coda alla vaccinara (rabo de buey), bien acompañados por las guarniciones típicas de la región, como la lechuga romana, la achicoria, la puntarelle y las judías verdes.
Menos conocida, pero no menos sabrosa, es la realidad culinaria de la costa, donde se ofrecen platos típicos de pescado local, como el lenguado gratinado, antigua especialidad de Gaeta, o el bacalao salado de la costa romana.
En el sur de la región se encuentran algunas de las mejores mozzarellas de Italia, producidas en las llanuras de Fondi, Gaeta, Sperlonga y Terracina, ricas en explotaciones de ganado vacuno y búfalos lecheros.
Por último, si quiere descubrir todas las bondades de los vinos y aceites de Lazio, siga las señales que marcan las diferentes rutas, que a menudo se cruzan, como la Strada dei vini dei Castelli Romani, la Strada dell'olio e del vino y la Strada del vino Cesanese.
La Sabina del Valle del Velino, en la provincia de Rieti, entre castañas y Amatriciana
¿Listo para una inmersión en la naturaleza y la tradición? El Valle del Velino es el lugar ideal para encontrar sorpresas y confirmaciones de los productos locales de la tierra.
En Castel Sant'Angelo encontrará legumbres, los principales ingredientes de las sopas preparadas en las típicas ollas de terracota. Pruebe también los pizzicotti y la sagne alla molinara, ambos condimentados con ajo, aceite, guindillas, tomate y perejil, sin olvidar los embutidos y quesos locales.
En Antrodoco, no te pierdas los stracci, unas crespelle especiales enrolladas, cocidas al horno y rellenas de salsa de carne, salsa de tomate y queso, que sintetizan los mejores productos de la zona, como los huevos y la carne locales y el aceite de oliva virgen extra DOP Sabina.
Recuerde también que se encuentra en la tierra del marrón de Antrodoco, en una zona de media montaña, a una altitud de entre 400 y 1.200 metros sobre el nivel del mar, que se extiende entre Antrodoco, Borgo Velino, Castel Sant'Angelo, Cittaducale y Micigliano. No puede dejar de reconocerla porque, en comparación con las castañas normales, tiene una textura crujiente y, sobre todo, un sabor más dulce y fuerte.
Y, hablando de dulces, si está en la zona durante el periodo navideño, pruebe la tisichelle hecha con clara de huevo, azúcar, harina y anís, y sobre todo la copeta di Antrodoco (o Nociata), un pastel crujiente de nueces y avellanas con miel, aromatizado con hojas de laurel.
En el pequeño pueblo de Posta, haga una parada para degustar unas manitas de cerdo en salsa verde y luego un buen trago de licor de genciana antes de llegar a Amatrice, un verdadero imperio de los sentidos, que no deja de ofrecer sus productos y sorprender a los visitantes, incluso en tiempos de reconstrucción.
Prepárese para una cesta llena de al menos veinte productos de excelencia, como el queso guanciale y pecorino con el que se prepara el legendario plato conocido en todo el mundo, la pasta all'amatriciana o su versión blanca, la pasta alla Gricia, y luego la miel, la mortadela o Marotta, la patata Turchesa, las bayas silvestres y las manzanas.
Platos típicos
Pasta a la amatriciana
Un primer plato con la fragancia de la historia centenaria que, según su pliego de condiciones, debe prepararse estrictamente con guanciale local (manteca de cerdo, no tocino) y queso pecorino, preferiblemente local (también se acepta el pecorino romano).
Cordero asado con patatas
Se trata de otro manjar imperecedero, un "must" de la capital y de la región donde el abbacchio (cordero lechal) es criado desde hace siglos por los pastores del Agro Pontino. ¿El truco para preparar este plato? La paciencia necesaria para dejar reposar la carne durante al menos 12 horas.
